En respuesta a esta situación, Tearfund movilizó a cientos de iglesias y organizaciones cristianas en toda América Latina para satisfacer las necesidades humanitarias de las personas migrantes e informarles de sus derechos legales. Para ello, desarrollaron una innovadora aplicación móvil gratuita que brinda información a la persona migrante sobre las leyes que la protegen en cada país y que contiene un directorio de servicios de apoyo humanitario y psicoespiritual.
Tearfund ha creado un fuerte movimiento en América Latina para proteger a personas migrantes vulnerables creando redes de actores cristianos que se encuentran en distintas partes de la región. Antes, estos actores cristianos no abordaban las necesidades humanitarias de las personas migrantes venezolanos de forma coordinada. Además, las iglesias tampoco entendían el mandato bíblico de cuidar de los extranjeros en sus comunidades. Tearfund ha apoyado a las iglesias para que comprendan este mandato bíblico, satisfagan las necesidades humanitarias de las personas migrantes y participen en actividades de incidencia en el plano local, nacional y regional, actuando tanto de forma conjunta con las personas migrantes como en representación de ellos.
A medida que Tearfund ha creado lazos entre las iglesias de la región para abordar este tema, el movimiento se ha fortalecido. Como resultado del crecimiento del movimiento de acogida a las personas migrantes tanto los funcionarios gubernamentales de la región como otros actores de la sociedad civil han ampliado su colaboración con él. El trabajo conjunto con comunidades de fe, autoridades gubernamentales y la sociedad civil contribuyó al cambio de actitudes y a la aprobación de nuevas leyes que benefician a las personas migrantes.
Hay ejemplos de cambios en las políticas y las prácticas en Colombia, Ecuador, y Perú. En Colombia, los niños y niñas de padres venezolanos nacidos en el país no podían obtener la ciudadanía colombiana. Eran apátridas, de modo que no podían recibir ninguna ayuda para la educación o atención de salud. Gracias al cabildeo ejercido por Tearfund y una coalición de varios actores latinoamericanos ante el Gobierno de Colombia, más de 24 000 niños y niñas apátridas recibieron la nacionalidad colombiana cuando el Gobierno aprobó la ley que reconoce sus derechos e identidad. Otro ejemplo de Colombia es la campaña de migración, organizada por Tearfund en colaboración con otras coaliciones regionales de las que forma parte, y que apoya proyectos de ley de reforma que legalizan la situación de las personas migrantes.
La mencionada campaña también ha ayudado a cambiar las prácticas del Gobierno a favor de las personas migrantes en Ecuador y Perú. En el marco de esta campaña, en Ecuador, Tearfund y su organización socia Paz y Esperanza hicieron cabildeo ante funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores del país y otros funcionarios gubernamentales de la región para que los niños y niñas migrantes no acompañados fueran reunidos con sus familias antes de que se impusieran las restricciones por la pandemia de covid-19. Así se ayudó a protegerlos de la trata de personas.
En Perú, como parte de la misma campaña, Tearfund apoyó a su organización socia Paz y Esperanza para hacer cabildeo ante la defensoría del pueblo del país con el objeto de acelerar las visas humanitarias para las personas migrantes venezolanas que ingresan al país. Así se garantizó que su acceso a servicios humanitarios esenciales en el país.
El movimiento ha reunido a diversas iglesias y actores cristianos de América Latina para influir en las políticas y prácticas de múltiples Gobiernos de la región. Tearfund ha contribuido a cambiar las actitudes negativas dentro de las iglesias de la región hacia las personas migrantes, y facilitar el entendimiento del mandato bíblico de ayudar a los extranjeros que se encuentran en su entorno, atendiendo sus necesidades físicas y cambiando políticas.
