En la vieja estructura había un sistema de órganos comunitarios, dentro del Gobierno local, como los foros ciudadanos distritales y los centros de reuniones ciudadanas. El objetivo de estos órganos comunitarios era conectar a los ciudadanos con las autoridades locales para analizar los problemas que afectan sus aldeas o distritos a través de los procesos democráticos y enlazarlos con iniciativas de más alto nivel cuando fuese pertinente, o ayudarlos a adaptar los mandatos del Gobierno central a su contexto local. Desafortunadamente, en Dhaulabaseni, una aldea remota ubicada en el área del comité de desarrollo de aldeas de Hupsekot, en el antiguo distrito de Nawalparasi de Nepal, nunca nadie había presentado sus problemas en las reuniones del consejo de aldeas.
Para abordar el hecho de que los residentes no participaban en los procesos democráticos locales, una organización socia de Tearfund, United Mission to Nepal (UMN), organizó una capacitación de cuatro días sobre el proceso de planificación participativo para el comité de desarrollo de aldeas de Hupsekot con el fin de formar facilitadores locales que pudieran facilitar procesos de planificación, así como otro tipo de procesos de desarrollo. Durante la capacitación, los participantes aprendieron a identificar y priorizar los problemas comunitarios, y sobre los procesos de planificación y presupuesto del Gobierno nepalés. Además, adquirieron otras habilidades importantes, como el desarrollo de propuestas, la asignación de presupuestos y la coordinación. Gracias a la capacitación impartida por UMN, un facilitador local, el Sr. Om Bahadur Saru, puso en marcha el proceso de planificación de su propia aldea, Dhaulabaseni.
El facilitador puso en práctica lo aprendido para empoderar a sus vecinos mediante la organización de sesiones de educación cívica. Asimismo, coordinó con otras partes interesadas que podían influir de forma directa en los procesos de planificación del Gobierno, como la persona a cargo del secretariado del comité de desarrollo de aldeas, los representantes de los partidos políticos y los coordinadores de otros foros ciudadanos distritales. Más tarde, el facilitador organizó una reunión del pueblo para identificar los problemas de la comunidad, en la cual se manifestaron varios problemas, pero a muchos de ellos no se les podía dar curso debido a que los recursos y el presupuesto eran limitados. Sin embargo, luego de ulteriores discusiones, se acordó que se centrarían en construir una carretera para Dhaulabaseni.
El comité de desarrollo de aldeas aprobó este proyecto y asignó un pequeño presupuesto para realizar las obras. Este dinero sirvió para que el pueblo se reuniera y discutiera sobre la construcción de la vía. Los habitantes decidieron emprender el trabajo ellos mismos. Cada hogar donó su tiempo y mano de obra para construir la carretera. Gracias a la mano de obra a cambio de efectivo y el aporte financiero del comité de desarrollo de aldeas se pudo construir el camino.
Antes de que la UMN capacitara al facilitador de la aldea, Dhaulabaseni no estaba conectada a una red de carreteras. Esto afectaba particularmente a los niños y las niñas, las personas mayores y las mujeres embarazadas quienes tenían dificultades para asistir al hospital y recibir atención médica. Por otra parte, los agricultores no podían transportar sus productos a los mercados locales con facilidad. Gracias a la nueva carretera, todos los residentes que necesitan atención médica en la aldea pueden ir al hospital sin mayor problema, y los agricultores pueden transportar sus cosechas a los pueblos aledaños. Como resultado, la salud y los medios de vida de la comunidad han mejorado. Además, ahora, más habitantes de estos lugares remotos están capacitados para participar en los procesos democráticos que afectan su vida, todo gracias a la capacitación de facilitadores impartida por la UMN.