por el profesor John Pickford del Centro de Agua, Ingeniería y Desarrollo en la Universidad de Tecnología de Loughborough.
Se ha dicho, con frecuencia, que muchas de las enfermedades que surgen en los países de bajos ingresos son causadas por el agua potable que está sucia y contaminada. Las enfermedades ‘transmitidas por el agua’ nos han dicho, son las que causan la muerte de muchos niños cada año y las que hacen que se ocupen la mayoría de las camas en los hospitales. La diarrea, en todas sus formas, es dolorosa, hace sufrir y puede matar.
Se culpa injustamente a la calidad del agua por estos problemas. Sin embargo, casi todas las enfermedades que se dice que son ‘transmitidas por el agua’, desde el cólera asesino hasta el dolor fastidioso de estómago, en realidad son provocadas por una mala higiene personal o pública. La falta de instalaciones sanitarias puede causar la contaminación del agua pero estas enfermedades también son transmitidas de otras formas. El diagrama en la página 2 muestra algunas de las maneras en que las enfermedades pueden transmitirse por las heces de una persona infectada a otra.
La transmisión de la enfermedad
Un técnico médico en Tanzania me habló de sus investigaciones sobre la epidemia del cólera a mediados de los años 70. El trató de investigar la forma en que se había expandido la infección. En una zona rural, un mapa marcado con todos los casos de cólera mostró claramente que todos los casos se habían dado cerca del riachuelo donde sacaban el agua. Una vez que el agua se contaminó con la bacteria del cólera, la gente que vivía río abajo también se contagió. Pero, en Dar es Salaam (la capital) no encontró conexión alguna entre la epidemia y el agua. En la ciudad parecía que muchas mujeres habían contraído la enfermedad mientras atendían a los familiares enfermos y mientras enterraban a aquéllos que habían muerto: fueron sus manos las que transmitieron la enfermedad.
Lavarse las manos
En este ejemplo, como en tantos otros, la falta de agua para lavarse contribuyó en la propagación de la enfermedad. Es importante lavarse muy bien las manos para evitar que la infección se propague. Es mejor lavarse con jabón o ceniza, pero lo esencial para la buena salud es disponer de suficiente agua. El agua que se usa para lavar no tiene que estar tan limpia como la que se usa para tomar.
Moscas
Las moscas también son responsables por la propagación de enfermedades; algunas veces las cucarachas contribuyen pero, en realidad, son las moscas las verdaderas culpables por dos razones: se alimentan de heces y se desplazan a lugares distanciados. Las moscas tienen espinas en las patas, por lo que las partículas de lo que comen se pegan en ellas. Si se alimentan de las heces de alguien que está sufriendo un tipo de enfermedad diarréica como el cólera (ocurre muy poco) o gastroenteritis (común), estas partículas pueden transmitir la enfermedad a otros. Lo más probable es que la siguiente comida de la mosca sea algún alimento humano; deja, entonces pequeñas partículas de heces en la comida o la bebida que luego va a ser consumida por las personas. Así se propaga la enfermedad.
Las enfermedades se transmiten a través de la tierra
Otra ruta para la propagación de enfermedades es por la tierra. Esto es muy cierto en el caso de las lombrices intestinales y el anquilostoma. Los niños que sufren de lombrices intestinales muchas veces hacen sus necesidades mientras están gateando o jugando en un terreno que no está pavimentado. Lo más seguro es que estas heces contengan huevos, y por mucho que se limpie el terreno alguno quedará. Entonces otros niños, al jugar, se ensuciarán las manos con esa tierra y al meterse los dedos a la boca se contaminarán, porque... ¡todos los niños del mundo se meten los dedos en la boca! Así es como se pasan las lombrices intestinales. Uno de los problemas con los huevos de las lombrices es que se mantienen infecciosos por mucho tiempo - ¡muchos meses! Cuando los niños o adultos que tienen lombrices defecan en la tierra que está cerca de los cultivos, esta tierra que ya contiene los huevos puede, después de algunos meses, llegar a los cultivos. Las lombrices pueden ser entonces transmitidas a través de la comida.
La enfermedad se propaga muy fácilmente
Cuando las partículas de las heces de alguien con una de las llamadas ‘enfermedades transmitidas por el agua’ pasan a través del agua, las manos, las moscas o la tierra, la enfermedad puede pasar de una persona a otra. Sólo se necesita una pequeña partícula. Una persona puede depositar miles de millones de micro-organismos cada vez que defeca. La mayoría de estos organismos no son infecciosos, pero sólo se necesitan algunos de los que lo sean, para que haya una nueva infección.
La importancia de las instalaciones sanitarias en la prevención de enfermedades
La meta de las instalaciones sanitarias es la de encontrar maneras de bloquear la transmisión de enfermedades. El diagrama muestra cómo una buena instalación sanitaria previene que los micro-organismos en las heces transmitan la enfermedad.
Es importante reducir el contacto de la mano con las heces. El lavarse bien las manos después de tener contacto con las heces debe ir junto con una buena instalación sanitaria para que se reduzca todo riesgo de transmisión de enfermedad. Por ejemplo, es muy importante lavarse las manos después de lavar y cambiar al bebé. Muchas veces se piensa que las heces de los niños no son dañinas; esto es una equivocación.
El uso de las letrinas
Donde no hay letrinas la gente tiene que hacer sus necesidades al aire libre. Esto puede ser detrás de cualquier arbusto, en el campo, al lado de la carretera, el ferrocarril o el canal, o en cualquier tierra desocupada. Cuando se van construyendo los pueblos y las ciudades se hace más difícil encontrar lugares para defecar en privado. La privacidad es más importante para la mujer que para el hombre. La destrucción de árboles y de otra vegetación (que es un problema ambiental en muchos lugares del mundo) se añade a estas dificultades. Si no hay árboles ni arbustos quiere decir que habrá menos privacidad natural.
La mayoría de las personas quiere mantener su casa limpia, así que para defecar es necesario ir lejos de la casa. En algunas circunstancias esto puede ser aceptable. Sin embargo, cuando hay mal clima, hasta 500 metros pueden ser un inconveniente. Para los ancianos, los enfermos o los niños pequeños, quienes a veces depositan las heces más peligrosas, resulta aún más difícil o imposible desplazarse. Una caminata larga es especialmente difícil para alguien que está sufriendo de diarrea aguda.
Hasta los años 60, el método común de deshacerse de las heces en muchos pueblos del Tercer Mundo, era usar la letrina seca o la letrina de balde. Si se usaba bien, el sistema era más o menos aceptable. La persona defecaba en un balde u otro recipiente que se vaciaba constantemente; muchas veces esto se hacía en las noches; por eso se habla de ‘el ensuciamiento nocturno’. Existen aún hay muchas letrinas así, pero son un serio problema para la salud. El sistema supone manipular las heces frescas haciendo que las moscas y el mal olor se unan a este problema; además de los restos de excremento que se caen cerca de la letrina o a lo largo del camino cuando se vacían por las noches.
Las ventajas de las letrinas de fosa
En lugares urbanos con muchos recursos hay retretes (inodoros), alcantarillas y tratamiento correcto de alcantarillado con agua potable. Sin embargo, para la mayoría de las personas en las zonas rurales y urbanas estos servicios no existen.
Para la mayor parte de ellas la mejor solución de saneamiento es algún tipo de letrinas de fosa. La fosa es un hueco en la tierra donde caen las heces. Así se evita la contaminación de la tierra o del agua en la superficie y se hace imposible la propagación de enfermedades por estas rutas. No hay necesidad de manipular las heces.
Las heces se descomponen y se convierten en gases y líquidos; no queda sino una masa sólida. Los gases se pierden en la atmósfera o en la tierra. Si la tierra alrededor es propicia absorberá el líquido que resulta de esta descomposición más la orina, y toda el agua que se utiliza para limpiar y que se bota allí.
La masa sólida que queda llenará poco a poco la fosa de la letrina. Una letrina de fosa puede durar mucho tiempo; depende de lo grande que sea y de las condiciones de la tierra. Yo examiné muchas fosas en el Este de África que se habían usado por familias grandes por más de veinte años, nunca se habían vaciado y parecían tener mucho espacio para más uso en el futuro.
Se necesita un soporte sobre el hueco de la fosa para que las personas que la usan se puedan agachar o sentar. Este soporte debe ser lo suficientemente fuerte como para aguantar el peso de quien la utiliza; si tiene una superficie áspera (de madera sin lijar o de barro), éste puede ser el hábitat propicio para de los anquilostomas. Es mejor usar una plancha de cemento liso - es fácil de limpiar y resistente.
Más sobre las moscas
Cómo ya se ha dicho, las moscas se reproducen en los pozos y son un peligro para la salud. Esto no es un gran problema si la fosa es honda y el hueco es chico. Pero las moscas pueden ser un problema serio cuando la letrina es ancha y no muy profunda o cuando la letrina está casi llena. Hay tres formas de controlar el problema de las moscas...
La forma más barata es la de hacer una tapa que cubra exactamente el hueco de la letrina y asegurarse que siempre se vuelva a poner cuando ésta no esté en uso. En Mozambique, una tapa de hormigón no armado, ligeramente abovedada es muy popular y no muy costosa. El hueco de la letrina tiene forma de cerradura. En esta cerradura se moldea la tapa de cemento a la que se le pone una agarradera de madera. Este tipo de letrina se puede hacer juntamente con un recinto barato para mayor privacidad - sólo es necesario tener esteras.
En Zimbabwe se han construido miles de letrinas de ‘Fosa Perfeccionada y Ventilada’ (FPV). Las Letrinas FPV se construyen con recinto y techo y cuestan mucho más que las letrinas estilo Mozambique. La fosa se ventila con un tubo o una chimenea con tela metálica en la boca exterior contra las moscas. Cientos de moscas pueden incubarse en la fosa, de los huevos depositados por una o dos moscas madres que hayan logrado entrar. Cuando oscurece en el recinto de la letrina son atraídas por la luz en la entrada de la abertura de ventilación, y, como no pueden salir por la malla, mueren.
El tercer método para controlar el problema de las moscas se puede aplicar donde se usa agua en vez de papel u hojas para limpiarse después de defecar. Se coloca un desagüe debajo de un recipiente no muy hondo que contendrá ‘el pozo de agua’. El desagüe es como el de un WC (retete) pero no tan hondo. Se limpia con un pequeño chorro de agua. Las moscas, los zancudos y los olores del pozo se atrapan en el ‘pozo de agua’, y así se reduce mucho el riesgo de contaminación.
El vaciado
Por último, se debe considerar qué ocurre cuando la fosa está llena. En las zonas rurales se puede construir otra pero esto puede ser imposible en lotes urbanos pequeños. Al vaciar una fosa llena con baldes los trabajadores se exponen a riesgos en su salud. Algunos pueblos afortunados tienen unos camiones aspiradores especiales que pueden vaciar las fosas. Un idea que se ha usado en otros lugares es que se hacen dos fosas pequeñas o se divide una fosa grande en dos secciones. Se usa una sección por dos o tres años, y luego la otra. Cuando la segunda fosa está llena las heces en la primera fosa habrán tenido tiempo de secarse y se podrán vaciar sin ningún riesgo.