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¿Qué es la discapacidad?

La discapacidad y la pobreza están estrechamente relacionadas y forman un círculo vicioso, pero este círculo se puede romper.

Escrito por Klaas Aikes y Ambrose Murangira 2019 Disponible en Inglés, Francés, Portugués y Español

Un grupo de amigos disfruta de un momento juntos en Etiopía. Foto: Light for the World

Un grupo de amigos disfruta de un momento juntos en Etiopía. Foto: Light for the World

Una mujer con sari rojo avanza en su su silla de ruedas cerca de su casa

De: Vivir con una discapacidad – Paso a Paso 108

Cómo hacer que nuestras iglesias y comunidades sean más inclusivas para las personas que viven con discapacidad.

Kazol Rekha vive en un pequeño pueblo de una zona propensa a las inundaciones en Bangladés. Cuando era niña, su madre y su padre fallecieron uno después del otro dentro de un breve espacio de tiempo. Sus hermanos se encargaron de ella y concertaron su matrimonio.

Sin embargo, posteriormente, las tragedias continuaron. Kazol se cayó de una silla y se lesionó la médula espinal, razón por la cual no pudo volver a caminar. Su marido la abandonó y volvió a contraer matrimonio, y su familia cambió su actitud hacia ella.  

«Antes, toda mi familia me trataba con cariño, pero eso cambió después del accidente. Me abandonaron y me convertí en una carga. Fue muy doloroso y sufrí mucho», afirma Kazol. 

Todos creían que siempre sería una carga y otra boca que alimentar. Nadie pensó que ella podría contribuir a su familia y a su comunidad.

El círculo vicioso

Una de cada siete personas tiene algún tipo de discapacidad. La mayoría de ellas —el 80 por ciento—vive en países de ingreso bajo y mediano. 

Esto se debe a que la discapacidad y la pobreza están estrechamente relacionadas y forman un círculo vicioso. Es decir, las personas que viven en la pobreza tienen más probabilidades de adquirir una discapacidad, y las personas con discapacidad tienen más probabilidades de vivir en la pobreza.

La discapacidad como consecuencia de la pobreza

Las viviendas inadecuadas, las condiciones de vida poco higiénicas, la malnutrición, la falta de saneamiento y el agua no apta para su consumo —junto con el escaso acceso a la atención de la salud— se incluyen entre las principales causas de la discapacidad. Por lo tanto, las comunidades con altos niveles de pobreza también tienen probabilidades de tener altos índices de discapacidad.

La discapacidad como causa de la pobreza

Para un gran número de niños, niñas y adultos con discapacidad, las oportunidades de ir a la escuela, ganarse la vida, disfrutar de la vida en familia y participar en igualdad de condiciones en la sociedad son limitadas. Con frecuencia, esto no se debe a su condición, sino al estigma y la discriminación que enfrentan. En numerosos casos, sus voces no se escuchan y sus necesidades se pasan por alto. También es posible que deban cubrir gastos adicionales, como en atención de la salud y equipos especializados, lo cual aumenta aún más el riesgo de vivir en la pobreza, tanto para ellos como para sus familias.

El círculo vicioso

El círculo vicioso entre la pobreza y la discapacidad

¿Qué ocurriría si las cosas cambiaran?

La vida volvió a dar un giro para Kazol cuando una organización local comenzó a trabajar en su pueblo. Le dieron una silla de ruedas, gracias a lo cual dejó de depender completamente de los demás. 

«Cuando no tenía la silla de ruedas, si quería ir al baño o al pozo, tenían que llevarme por lo menos entre dos personas. Cuando me llegó la silla de ruedas y me instalaron una rampa de acceso, me cambió la vida», según cuenta. 

Kazol también recibió capacitación en cultivo de hortalizas y crianza de pollos, gracias a lo cual logró ahorrar dinero y comprar una máquina de coser. Ahora vive en casa propia y se gana la vida como modista.

Rol destacado en la comunidad 

La vida de una persona con discapacidad puede cambiar completamente cuando se derriban algunas de las barreras que enfrenta. En el caso de Kazol, ahora puede desplazarse, vive en un entorno seguro e higiénico y puede ganar dinero. Gracias a ello, ha habido un cambio en las actitudes de la comunidad, donde Kazol ahora desempeña una función destacada.  

«Soy la presidenta del Comité Distrital de Desastres. Contamos con sistemas de alerta temprana y evacuación y nos aseguramos de que nadie se quede atrás.  

Antes me daba miedo que se produjera una inundación, pero ya no. Me siento orgullosa de mi papel en la comunidad: antes, la gente no sabía qué hacer y ahora yo estoy para ayudarlas a entender qué deben hacer. ¡Me siento bien!», dice.

Las barreras

Casi todas las personas tendrán alguna deficiencia temporal o permanente en algún momento de sus vidas, y muchos adultos mayores tendrán cada vez más dificultades para desenvolverse en la vida cotidiana. Pero no todos tendrán una discapacidad. 

Uno de los enfoques es considerar la discapacidad como una consecuencia principalmente de las barreras que existen en la sociedad y no de la deficiencia específica que tenga una persona. Este es el enfoque que hemos adoptado en esta publicación. En lugar de centrarse en lo que una persona con discapacidad no puede hacer, este enfoque se centra en la manera en que el entorno donde vive la persona puede modificarse para permitirle vivir su vida en igualdad de condiciones que los demás.  

Por ejemplo, Kazol tenía una discapacidad debido al hecho de que no podía desplazarse libremente de un lugar a otro ni vivir de forma independiente. Su discapacidad también se debía a las actitudes negativas de las personas que la rodeaban. Desde que tiene una silla de ruedas y vive en una vivienda adaptada, ya no está limitada por su condición (movimiento limitado en sus piernas) y su nivel de discapacidad se redujo. Las actitudes de la comunidad hacia ella cambiaron y pudo recuperar su independencia, la posibilidad de decidir y el control de su vida.

Kazol ahora es líder de su comunidad. Foto: Artwise/CDD/CBM

Kazol ahora es líder de su comunidad. Foto: Artwise/CDD/CBM

Las personas con discapacidad deben enfrentar cuatro tipos de barreras principales:

1. Barreras físicas: por ejemplo, cuando alguien con movilidad limitada no puede ingresar a un edificio porque no hay rampa. 

2. Barreras provocadas por las actitudes: por ejemplo, cuando la gente supone que los niños y las niñas con discapacidad no pueden ir a la escuela ni participar en las actividades comunitarias. 

3. Barreras de comunicación: cuando las personas con necesidades diferentes no pueden acceder a la misma información que los demás porque no pueden ver, escuchar o entender. 

4. Barreras institucionales: cuando las organizaciones, los Gobiernos, las autoridades y otros actores no tienen en cuenta las necesidades de las personas con diversas discapacidades.

Si reconocemos y eliminamos estas barreras, las personas con discapacidad tendrán una mejor calidad de vida, pues se les abrirán las puertas a la educación y a empleos satisfactorios, y podrán participar más en la vida social, religiosa y política de sus comunidades. De esta manera, se cuestiona y se rompe el círculo vicioso descrito anteriormente y se reducen las dificultades emocionales y la pobreza material que sufren las personas que viven con discapacidad.


Si desea escuchar la historia de Kazol contada por ella misma, visite www.endthecycle.info/stories/kazol-rekha. El video está disponible en español, francés e inglés. 

www.lightfortheworld.nl/welcome


Problema espinoso

Pregunta: ¿Es muy caro incluir a las personas con discapacidad en todas las áreas de la sociedad?

Respuesta: Tanto desde un punto de vista moral y social como de los derechos humanos, la exclusión de las personas con discapacidad en cualquier área de la sociedad es completamente inaceptable. No obstante, desde un punto de vista económico ¿es posible para las comunidades, en las zonas del mundo donde no hay mucho dinero, ser verdaderamente inclusivas? A continuación, algunas de las razones por las cuales la plena participación de las personas con discapacidad en la sociedad tiene mucho sentido desde el punto de vista económico:

  • La educación inclusiva aumenta el empleo y la independencia, reduce la pobreza y anima a las personas a contribuir con sus talentos y creatividad. También significa que los niños y las niñas pueden permanecer con sus familias en lugar de ir a escuelas especiales, que podrían ser caras y encontrarse muy lejos (si es que existen).  
  • La mayor independencia implica que menos personas necesitarán ayuda económica del Gobierno, en donde esta se encuentra disponible. Además, quienes las cuidan –usualmente las niñas y las mujeres– podrán estudiar y trabajar.  
  • El mejor acceso a la atención de la salud y el autocuidado reduce los costos médicos y aquellos provocados por las ausencias laborales. 
  • La creación de nuevos trabajos, como servicios de interpretación de lenguaje por señas y de subtitulación, aumenta el empleo.  
  • Los edificios, baños y fuentes de abastecimiento de agua accesibles benefician a todas las personas, incluidos los niños, las niñas y los adultos mayores. 
  • La reducción del riesgo de desastres inclusiva salva vidas y ayuda a evitar la pérdida de bienes, con lo cual disminuyen los costos sociales y económicos de los desastres.

Lógicamente, las verdaderas ventajas de la inclusión no se limitan a los beneficios económicos. Sin embargo, es indudable que la inclusión tiene un impacto económico positivo en la sociedad. Por lo tanto, en lugar de preguntarnos: «¿Es muy cara la inclusión?», deberíamos preguntarnos: «¿Por qué se ha excluido a las personas con discapacidad durante tanto tiempo?».

Respuesta aportada por Klaas Aikes y Ambrose Murangira, de Light for the World.

Correo electrónico: [email protected][email protected] 


Lecturas adicionales

Guías de hesperian

El niño campesino deshabilitado, disponible en español e inglés. 

Ayudar a los niños ciegos, disponible en español, francés e inglés. 

Ayudar a los niños sordos, disponible en español, francés e inglés. 

Un manual de salud para mujeres con discapacidad, disponible en español, inglés y nepalí.

Estas guías prácticas e informativas pueden descargarse de forma gratuita en https://hesperian.org/books-and-resources Si desea copias impresas, envíe un correo electrónico a [email protected] o una carta a: Hesperian Foundation, 1919 Addison Street, Suite 304, Berkeley, CA 94704, EE. UU. Los manuales cuestan entre USD 15 y USD 25.

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