Por el contrario, si el estrés se vuelve demasiado o se prolonga durante mucho tiempo, nuestros altibajos pueden volverse más intensos.
En un extremo, podremos sentirnos muy ansiosos o, incluso, agresivos. Esto es parte de la respuesta de lucha o huida de nuestros cerebros ante una crisis. Es una respuesta natural, cuyo objetivo es mantenernos a salvo ante una amenaza, como el ataque de un animal salvaje peligroso. En el otro extremo, el estrés puede hacernos sentir desconectados, adormecidos o deprimidos.
Nuestra forma de responder al estrés dependerá en cierta medida de nuestras personalidades. Algunas personas son por naturaleza más resilientes que otras. Las experiencias vividas, sean buenas o malas, también tendrán un impacto en nuestras reacciones. Si podemos reconocer cuando estamos experimentando una emoción extrema, podremos poner en práctica estrategias de afrontamiento que nos ayuden a recobrar el funcionamiento normal.
Estrategias de afrontamiento
Las estrategias de afrontamiento se pueden clasificar en espirituales, físicas, mentales y emocionales.
Estrategias espirituales
Tener un sentido de propósito, esperanza y confiar en Dios nos puede ayudar a enfrentar circunstancias difíciles. Las disciplinas espirituales, como la oración, el perdón y los estudios bíblicos, mejoran el bienestar. Pertenecer a una iglesia brinda apoyo espiritual y social. Vale recordar que cuanto más ocupado se encontraba Jesús durante su ministerio y cuanta más gente se reunía a su alrededor, el apartaba más tiempo para orar a solas y en silencio.
Estrategias físicas
Mantener un buen estado de salud físico mediante ejercicio regular y una alimentación sana es muy importante. Beber alcohol en exceso o consumir drogas puede ayudar a aliviar el estrés a corto plazo, pero a largo plazo empeorará la situación. La mejor manera de poner en práctica hábitos sanos es fijarse objetivos pequeños, fáciles y posibles de lograr. Por ejemplo, hacer una breve caminata cada día. Al alcanzar cada objetivo, sentimos que hemos logrado algo, y nos motiva a hacer cambios más grandes.
Estrategias mentales
Cuando nuestra rutina normal se ve interrumpida, es importante crear una nueva, que incluya hacer ejercicio, orar y dejarnos tiempo para descansar, comer y dormir. Estas rutinas pueden ser flexibles, pero conviene mantener un ritmo diario y semanal, sin sobrepasarnos.
Durante crisis nacionales o internacionales, es bueno estar informados, pero el exceso de noticias puede desbordarnos. Es posible que circule información falsa o engañosa, sobre todo en los medios sociales. Según las circunstancias, puede ser conveniente consultar una fuente de noticias de confianza una o dos veces al día.
Estrategias emocionales
Cuando estamos muy estresados, podemos sentir que nos es imposible controlar nuestras emociones y reacciones. En estos casos, es muy importante que nos detengamos un momento y prestemos atención a lo que sucede en nuestras mentes y cuerpos. Así, podremos empezar a entendernos mejor, lo que nos ayudará a ser más sabios a la hora de responder.
Podemos preguntarnos lo siguiente:
- ¿Qué estoy sintiendo: enojo, tristeza, frustración, tensión en el cuerpo, sensación de inutilidad?
- ¿Son comunes en mí estos sentimientos? ¿En qué otras oportunidades me he sentido así?
- ¿Qué puedo hacer en consecuencia: orar, hacer ejercicio, hablar con alguien?
A veces, somos reacios a contarles a los demás cómo nos sentimos, pero es increíblemente beneficioso hablar de nuestros problemas y ser honestos acerca de nuestras vulnerabilidades.
Cuándo pedir ayuda
Hay muchas cosas que podemos hacer por nosotros mismos y por los demás en situaciones difíciles. No obstante, en algunos casos, necesitamos recibir ayuda profesional o médica; por ejemplo, ante una amenaza, una situación de abuso, problemas de adicciones o cuando estamos tan traumatizados que no podemos hacer frente a las cosas.
La adversidad siempre nos hace cambiar, a veces para bien y otras veces para mal. La cuestión es entender este cambio, ya que nos permitirá determinar cómo seguir adelante.
Adaptado de un seminario web impartido por Mark Snelling
Mark Snelling es consejero y psicoterapeuta radicado en Londres, Reino Unido. Antes de estudiar psicoterapia, fue delegado de la Cruz Roja Internacional durante muchos años. Hoy se especializa en ayudar a las personas que trabajan en entornos traumáticos en diversos lugares del mundo.
Correo electrónico: [email protected]