El gusano cogollero —la larva de un tipo de polilla—, ha dañado los cultivos y contribuido a la inseguridad alimentaria en muchas áreas del sur de África desde 2015.
Durante la temporada de crecimiento entre 2016 y 2017, los agricultores del distrito de Rumphi (Malawi), hicieron una interesante observación. Se dieron cuenta de que las variedades cultivadas con técnicas agrícolas de conservación resultaban menos afectadas por el gusano cogollero del maíz que otros cultivos del área.
Esta observación dio como resultado un proyecto de investigación de tres años de duración dirigido por Synod of Livingstonia Development, organización socia de Tearfund, en colaboración con la Universidad de Livingstonia y el Centro de Investigación de Lyunyangwo. La investigación, financiada por el Gobierno escocés, involucró a 300 agricultores locales.
Los beneficios de la cubierta vegetal
Uno de los principios clave de la agricultura de conservación es la cubierta vegetal permanente, ya que reduce el riesgo de erosión del suelo, mantiene la humedad del terreno y limita el crecimiento de maleza. Para lograrlo, normalmente se agrega una capa de vegetación al suelo como cubierta vegetal.
La investigación halló que los terrenos donde se habían empleado técnicas de agricultura de conservación eran los que presentaban la menor cantidad de huevos de gusano cogollero, orugas y daños en los cultivos. Los científicos creen que una de las principales razones de este hecho es que la cubierta vegetal permite que se desarrolle una amplia variedad de organismos en el suelo, y algunos de ellos —probablemente las hormigas— se alimentan de los huevos de los gusanos cogolleros.
Muchi, uno de los agricultores que participó en la investigación, estaba encantado con los resultados. «Creo que esto es un cambio revolucionario para mis cultivos», afirmó. «Ahora puedo limitar el ataque de los gusanos cogolleros en mi plantación de maíz y obtener una cosecha más abundante».