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La importancia del hogar

El hogar deber ser un lugar seguro donde podamos relajarnos y del cual sentirnos parte

Escrito por Emmanuel Murangira 2022 Disponible en Inglés, Español, Portugués y Francés

Emmanuel Murangira es el director de país de Tearfund en Ruanda.

Telesphore y Primitive reciben huéspedes en su hogar en Ruanda. Foto: Marcus Perkins/Tearfund

Indra, Alisha (eight) and Prakash (three) on the steps of their home in Nepal.

De: Hogar y hospitalidad - Paso a Paso 116

Cómo la hospitalidad, la bondad y la planificación pueden reducir la vulnerabilidad y ayudar a que las comunidades florezcan

Cuando estaba viendo la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, no pude contener las lágrimas al ver a un equipo de atletas refugiados que marchaban junto a otros atletas de todo el mundo. Me recordó mi propio pasado, cuando era un joven atleta que transitaba su infancia como refugiado. 

Como tantos refugiados hoy en día, no teníamos un hogar. Sentíamos que no pertenecíamos a ningún sitio, a ninguna comunidad. Nos veían como intrusos no deseados, y muchas personas y comunidades de acogida nos trataban con hostilidad. Solo nos sentíamos seguros en lugares donde la gente no sabía quiénes éramos. 

«Como tantos refugiados hoy en día, no teníamos un hogar. Sentíamos que no pertenecíamos a ningún sitio, a ninguna comunidad.»

Como atleta, tenía que ser el mejor para ganar la oportunidad de competir, e incluso así todo dependía de los prejuicios y los sesgos de los entrenadores. A diferencia de los atletas de los Juegos en Tokio, a menudo sentía que mis talentos y habilidades solo importaban si otras personas podían explotarlos y beneficiarse de ellos. Me sentía invisible y como si no importara. 

La necesidad de pertenecer

Todos los seres humanos necesitamos un refugio y un lugar donde dormir seguros por la noche, pero el deseo humano de tener un hogar va mucho más allá de eso. Se encuentra arraigado en nuestra necesidad de pertenecer y en nuestra necesidad de ser amados, aceptados y valorados por quienes somos. 

El comienzo y el final de la Biblia —la creación (Génesis) y la nueva creación (Apocalipsis)— nos permiten comprender lo que significa pertenecer y desarrollarse plenamente en el hogar que Dios ha creado y en el que nos ha puesto. 

 
Geovanna y sus dos hijos posan a la entrada de su nuevo hogar, construido con láminas de zinc en Colombia

Geovanna y su familia tuvieron que irse de Venezuela, pero encontraron un nuevo hogar y una nueva comunidad en Colombia. Foto: Ferley Ospina/Tearfund

En Génesis 3, se describe cómo la desobediencia de Adán y Eva destruyó este hogar. Ambos fueron expulsados del Edén y tuvieron que construir su hogar en un mundo quebrantado. 

El resto de la Biblia nos cuenta la historia de la misión de Dios de redimir y restaurar su creación. En el Apocalipsis, podemos vislumbrar cómo será esto: un lugar donde, nuevamente, imperarán las relaciones sólidas y no habrá dolor ni necesidades insatisfechas (Apocalipsis 7:16; 21:4). 

Hospitalidad

Los conflictos armados, los desastres naturales y el cambio climático obligan a millones de personas al año a abandonar su hogar en busca de un lugar más seguro. Para otras muchas personas, el hogar es un lugar de sufrimiento, abandono o abuso y no un lugar de paz.

Mediante la práctica de la hospitalidad, todos podemos proporcionar lugares en los que las personas se sientan aceptadas y parte de una comunidad acogedora, sin importar su procedencia o situación actual. La Biblia deja bien claro que la iglesia debe desempeñar este papel importante y transformador (Mateo 25:34–40; Hebreos 13:2). 

Yo fui refugiado en una época en que había poca información acerca de las causas del desplazamiento y las dificultades que conlleva. No es de extrañar que fueran las iglesias y los creyentes quienes nos dieran la mejor bienvenida. Nos brindaron refugio, alimento y ropa, y permitieron que sus espacios se utilizaran como escuelas. Ante todo, fueron bondadosos. Nos brindaron un hogar. 

En nuestras comunidades, no hay lugar para la discriminación y el prejuicio. En cambio, deberíamos mostrar el amor y la compasión de los que Jesús habló cuando nos explicó lo que significa amar al prójimo como a uno mismo (Lucas 10:25–37).

 

Escrito por

Escrito por  Emmanuel Murangira

Emmanuel Murangira es el director de país de Tearfund en Ruanda.

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