A la manera de Jesús

Como el conflicto violento no cesa en uno de los países donde trabaja Tearfund, muchas personas sienten que solo pueden hacer tres cosas: someterse, huir o luchar con violencia.

Sin embargo, Jesús nos mostró que hay una cuarta alternativa, una forma no violenta de hacer frente a la injusticia y la opresión. Jesús les explicó a sus discípulos que debemos amar a nuestros enemigos y orar por las personas que nos persiguen (Mateo 5:43–44). E, incluso, cuando él sabía que su propia muerte estaba próxima, se rehusó a responder a la violencia con violencia (Lucas 22:47–53). 

En el país donde trabaja Tearfund, esto ha sido la base de un movimiento por la construcción de paz llamado Jesus’ 4th Way (La cuarta alternativa de Jesús). Allí se siguen cuatro pasos para construir el movimiento (ver abajo), reconociendo que cuando un gran número de personas emprenden juntas acciones de forma pacífica, se pueden lograr cambios significativos.

Estos cuatro pasos forman un círculo virtuoso. Cada acción no violenta siembra semillas de interés en nuevas personas. Y, una vez que aprenden más acerca del movimiento, comienzan a participar en nuestras acciones, y así sucesivamente. 

Amor y compasión

A medida que el movimiento se desarrolla y demuestra su efectividad, prevemos que incluso las personas y los grupos que hoy recurren a la violencia reconocerán la contribución positiva y necesaria de las campañas no violentas.

Un participante manifestó: «Muchas personas enfrentan dificultades y se sienten atrapadas. Cuando esto sucede, ¿cómo podemos apoyarnos los unos a los otros? Mostrando amor y compasión».

Otro participante agregó: «Cada “cuarta alternativa” será distinta para cada persona. En primer lugar, debemos cambiar nuestra propia vida; luego, debemos cambiar el mundo que nos rodea».

Construir un movimiento por la paz

1. Sembrar las semillas

   Muchas personas en situaciones de conflicto descartan el valor de las tácticas no violentas y, al principio se muestran reacias a considerarlas, en particular, si están experimentando trauma, dolor y sufrimiento. Solemos tener una tendencia natural e inmediata a buscar venganza o tomar represalias por lo que ha ocurrido. 

   Al ayudar a las personas a superar sus traumas, les hablamos de la importancia de asumir la responsabilidad por el daño causado, del poder del perdón y de cómo la paz puede lograrse mediante el diálogo, la reconciliación y la gracia.

2. Reunir a las personas

   Invitamos a las personas que desean saber más acerca de las acciones pacíficas y no violentas a participar en grupos de diálogo regulares.

3. Desarrollar la estrategia

   Dado que cualquier forma de activismo en el país supone un alto riesgo, es fundamental que tengamos un equipo de liderazgo con asesores que actúen con sensatez.

   Estos asesores estudian previamente ejemplos de resistencia no violenta y planifican actividades prácticas y seguras para emprender o brindar apoyo.

4. Pasar a la acción

   Invitamos a todas las personas en la red a participar en actividades no violentas para difundir mensajes de paz, como, por ejemplo, concursos de canto, obras teatrales e iniciativas de generosidad mutua en la comunidad.

   El equipo de liderazgo —conformado por personas que trabajan en los medios de comunicación, líderes cristianos y otras figuras públicas— promueven las actividades, crean conciencia y fomentan la participación.