Todos somos especiales a los ojos de Dios.
Muchas personas se creen unos fracasados. Puede ser que no hayan avanzado en su educación; puede ser que tengan dificultades para mantener a sus familias; puede ser que carezcan de confianza en sí mismos porque no tienen conocimientos más amplios. Cuando otros les piden su opinión, pueden creer que no tienen nada que compartir. Esta falta de confianza de la gente es algo que va contra las enseñanzas de la Biblia.
Leer Mateo 10:29-30 y Salmo 139:13-16. Aquí vemos en toda su dimensión cuánto valora Dios a cada uno de nosotros. Ninguno de nosotros carece de valor a los ojos de Dios. Todos somos especiales y bien valorados.
Leer Lucas 15:1-2. Jesús estaba dispuesto a relacionarse con todo tipo de gente, sin preocuparse de lo que los demás pensaran de él. Esto muestra la disposición de Dios a aceptar a toda la gente y nuestra igualdad frente a El. Jesús sólo reprobaba a la gente que se creía mejor que sus vecinos (Lucas 18:9-14).
En nuestra labor con la gente y las comunidades necesitamos trabajar con los pobres y los oprimidos, no para ellos. Necesitamos valorar a todas las personas y ayudarles a sentirse más positivos con respecto a ellos mismos. Necesitamos desarrollar habilidades para escuchar y comprender. Los ejercicios ejercicios de AAP proporcionan una herramienta de mucha utilidad para ayudar a la gente a compartir su sabiduría; pero estos ejercicios sólo dan buenos resultados cuando la gente cree que su experiencia y sabiduría serán valoradas por aquellos que introducen los ejercicios.
por Isabel Carter