por Katharina Haller.
Una de las cosas más importantes a considerar cuando se apoya a las personas con discapacidades es la necesidad de animar a su familia y comunidad a ayudarlas a encontrar su justo lugar en la sociedad. La ayuda médica no es suficiente. Las actitudes de los familiares, los amigos y la comunidad más amplia son la fuerza que impulsa el proceso entero. Este es un proceso educativo en el que la sociedad entera debe participar.
En la ciudad de Medellín, Colombia, el Comité Regional de Rehabilitación de Antioquía (Comité Regional de Rehabilitación) o ‘El Comité’ está animando un método de participación de la comunidad. Apuntan a construir redes independientes para mejorar el estándar de vida de las personas con discapacidades. El comité fue establecido hace 28 años. El año pasado casi 20.000 personas se beneficiaron de su apoyo y capacitación.
El Comité ha trabajado junto con el Departamento de Salud para impulsar la disponibilidad más amplia de especialización médica, sobre todo en las áreas más pobres. Ha animado una mayor cooperación entre el gobierno y las organizaciones privadas y ha continuado generando conciencia sobre la necesidad de respetar, apoyar y promover a las personas con discapacidades, comenzando con sus logros y posibilidades.
Hasta ahora, en 25 lugares, los grupos de líderes naturales han recibido instrucción y capacitación sobre la manera de identificar riesgos, manejar las discapacidades y sobre todo, para buscar cualquier ayuda que se necesite apoyándose en los recursos y experiencia compartidos de cada comunidad. He aquí un ejemplo del trabajo de un grupo semejante.
Agentes de cambio en San Rafael
En los años ochenta se llevó a cabo un censo en San Rafael organizado por la Corporación del Niño Feliz que identificó a 110 personas con discapacidades. Estas personas fueron evaluadas por El Comité y se notó la necesidad de crear un programa de apoyo educacional.
El año pasado, El Comité desarrolló un proceso de capacitación de agentes de cambio que vinculó a 25 personas de esta comunidad. Algunos de los líderes de este nuevo grupo reprodujeron más adelante este proceso de capacitación con 30 jóvenes y adultos interesados.
Ambos grupos empezaron a trabajar para concientizar a sus comunidades. También compartieron capacitación en prevención de discapacidades y rehabilitación. Se enfocaron en hospitales, escuelas y centros de salud así como recreativos y actividades de negocios y culturales. Hasta ahora casi 500 personas se han beneficiado de sus programas de concientización. Han capacitado a casi 300 personas en habilidades de prevención y de rehabilitación y han guiado a 60 personas en el manejo de su discapacidad.
Actualmente continúan con sus actividades, alentando el establecimiento de redes y contactando a otros grupos de agentes de cambio. Esperan que estas redes ayudarán a fortalecer sus propias acciones locales.
Katharina Haller ha sido periodista durante 30 años. Ha trabajado con El Comité en varias ocasiones y dice que ‘es un organización de la que uno se enamora!‘
El Comité, AA 50867, Medellín, Colombia. E-mail: [email protected]