Muchas mujeres procesan alimentos usando métodos tradicionales que a menudo consumen mucho tiempo. Las nuevas tecnologías pueden aumentar el procesamiento, pero no siempre se adoptan, sobre todo en las áreas rurales. Aunque la tecnología le parece apropiada a la gente que la diseña (normalmente hombres), a menudo no es apropiada para las mujeres que la usan.
En el pueblo de Dozéré en la Costa de Marfil, se llevó a cabo un estudio para examinar maneras de mejorar el procesa miento de los alimentos. Los investigadores se quedaron en el pueblo, observando y tomando parte en las actividades de la comunidad, escuchando a la gente y haciendo preguntas. Observaron a las mujeres que usaban diferentes maneras de procesar los alimentos y discutieron los problemas que se presentaban. Se priorizaron y discutieron las ideas de las mujeres para introducir mejoras. Su problema principal era el trabajo duro y cansador de extraer el aceite de la fruta de la palma oleaginosa (Elaeis guineensis).
El aceite de palma es un aceite importante, particularmente en África Oriental rural. La mayoría se usa en la casa, en tanto que una parte se vende en los mercados locales. Los hombres cortan la fruta de las palmas silvestres. Las mujeres la cocinan en tambores de aceite. Los jóvenes normalmente la machacan en un mortero grande. Luego las mujeres mezclan la masa de pulpa de fruta y semillas con agua. Las semillas se asientan al fondo. Las fibras se lavan y estrujan para quitar el aceite. La mezcla resultante de aceite y agua se hierve durante aproximadamente dos horas. Después de enfriarlo, el aceite de palma se desnata. Las mujeres encuentran que el estrujado de las fibras es un trabajo muy duro.
Criterios para el mejoramiento
Se necesita tener mucho cuidado para encontrar la tecnología mejorada más adecuada. Se necesita que la tecnología reduzca el trabajo y traiga más dinero. El equipo tenía que ser fuerte y fiable y capaz de mantenerse en la localidad. Las mujeres necesitaban ser capaces de operar la tecnología y pagarla – cada mujer podía pagar solamente US$6 por mes.
El primer paso era ver si alguien en la región conocía otra manera de extraer el aceite. Sin embargo, no se encontró a nadie. El próximo paso fue pedir información a los institutos de investigación y buscar material escrito sobre la extracción de aceite de palma en pequeña escala. La prensa de tornillo diseñada por el Instituto Tropical Real (KIT) en Amsterdam cumplió mejor con los criterios.
Las mujeres prueban y adaptan
Los fabricantes locales construyeron una prensa de muestra cerca de Abiyán. Las mujeres la probaron durante un año. Discurrieron muchas ideas para mejorarla. La jaula central se reemplazó por una más ligera. Se agregaron asas para hacerla más fácil de transportar. Se agregaron dos tambores de cocción y recalentado a los existentes, de manera que más mujeres pudieran trabajar al mismo tiempo.
Después de probar la máquina, las mujeres estuvieron de acuerdo en comprar la prensa de tornillo. Lo hicieron colectivamente, depositando dinero en un fondo durante seis meses. La líder de las mujeres fue la responsable por la prensa, mientras tres mujeres jóvenes capacitaron a la gente que la usaba por primera vez. Por este servicio se les dio una pequeña cantidad del aceite producido.
Con la nueva prensa, podía extraerse aproximadamente un 11% más de aceite y la cantidad de leña necesaria se redujo en una cuarta parte. Se necesitó menos agua para lavar. El aceite era de mejor calidad y se guardaba bien. El uso de la prensa hizo el trabajo mucho más fácil que el método tradicional.
Crece la confianza
Al principio, sólo una quinta parte de las mujeres usó la nueva prensa para extraer el aceite de palma. Sin embargo, en el plazo de dos años casi todas las mujeres empezaron a usar la prensa. Al principio, muchas mujeres procesaban sólo cantidades pequeñas de fruta, temiendo que el aceite no se guardaría tanto tiempo como con los métodos tradicionales. Pronto, sin embargo, muchas mujeres la usaron para procesar toda su fruta de aceite de palma.
Compartiendo la información
Se encontró un fabricante local fiable que podía fabricar la prensa a pedido. Las líderes de las mujeres, los trabajadores de proyectos, los directores de escuelas técnicas y muchos otros fueron invitados a un día de demostración. Empezó a correr la voz. El fabricante vendió dos prensas en el primer año y ocho el segundo. Se espera que esto proveerá una buena base para diseminar esta tecnología mejorada.
Esta estrategia fue una muy cuidadosa. La tecnología se desarrolló y se probó junto con los usuarios finales. Las mujeres compartieron sus problemas específicos, probaron la tecnología y sugirieron mejoras. Como en la mayoría de las situaciones, es esencial trabajar con los usuarios finales de la tecnología.
Adaptado de un artículo más extenso por Barbara Böni que llevó a cabo esta investigación con el Instituto de Tecnología de Alimentos, Suiza. Ella trabaja ahora como consultora en PNUD de Vietnam.
Consejo técnico
Es generalmente bueno comprar el equipo para procesamiento de alimentos de los proveedores locales. Ellos pueden llevar a cabo el mantenimiento o pueden reparar el equipo, sus costos son generalmente más bajos que los del equipo importado y pueden obtener las piezas de repuesto con más rapidez y facilidad. Sin embargo, a veces la calidad de su trabajo y su habilidad para reparar el equipo puede ser inadecuada. El mejoramiento de la variedad y calidad del equipo para procesar alimentos, particularmente con piezas de acero limpias (para evitar que se oxiden), se ve como prioridad por las agencias de desarrollo e instituciones del gobierno en muchos países.
La gente que quiere comprar equipo importado tiene varios problemas. Primero, pueden encontrar difícil conseguir información útil. Muchos proveedores extranjeros son renuentes a aceptar pedidos pequeños o no están dispuestos a exportar sus equipos. Además, importar productos puede ser muy complicado y caro.
Sin embargo, la información sobre equipos está en constante aumento en internet. La gente que quiere procesar alimentos puede pedir asesoramiento de las agencias de desarrollo, asociaciones de fabricantes o departamentos universitarios de ciencias alimentarias. Si se toma la decisión de importar el equipo, asegurarse de especificar exactamente lo que se requiere (muchos fabricantes tienen una gama de productos similares), describir la cantidad de alimentos a procesar (en kgs o litros por hora) y el tipo de alimento a procesar. Es una buena idea pedir las piezas de repuesto al mismo tiempo.
Peter Fellows es Director de Midway Technology que proporciona consejo y consultorías para el procesamiento de alimentos en pequeña escala. E-mail: [email protected]