En el 2010 Leon Gaisli sufrió una lesión de la médula espinal durante un terremoto masivo en su país natal de Haití. Perdió el uso de sus piernas, pero después de recibir rehabilitación en el Haitian Baptist Convention Hospital [Hospital de la Convención Bautista en Haití] en Cap Haïtien, Leon se ha convertido en un aficionado ciclista de mano.
El ciclismo de mano les permite a las personas propulsar una bicicleta con los brazos en lugar de las piernas. Esta actividad le ha ofrecido a él una verdadera esperanza y fortaleza para superar los retos que enfrenta. Además de disfrutar de la satisfacción personal que le ofrece, Leon pedalea con orgullo para desafiar el estigma dentro de Haití con la esperanza de representar a Haití en los Juegos Paralímpicos del 2012 a celebrarse en Londres, y en adelante. Leon se convirtió en el primer ciclista de mano haitiano en participar en una competencia internacional cuando representó a su país en los Juegos Parapanamericanos de 2011 celebrados en México. Él espera que su testimonio sirva de motivación a todas las personas en todo el mundo y que a través de su ciclismo, surja un cambio de mentalidad en Haití y a nivel internacional. A continuación, él comparte un poco de su historia:
¿Puede describir la vida antes del terremoto?
Trabajaba en un hospital como trabajador comunitario de la salud, vacunando niños, promoviendo la lactancia materna y ofreciendo consejos sobre nutrición infantil. También trabajaba en una obra de construcción y ayudaba a mi esposa en nuestro negocio vendiendo guisantes, ajo y pollo comprados en un pueblo local llamado Dajabón.
¿Qué ocurrió durante el terremoto?
La mañana antes del terremoto fui a trabajar en el hospital. Llegué a mi casa a las cuatro de la tarde y estaba mirando una película con mi familia cuando escuché un ruido fuerte en la calle. Estaba a punto de salir a ver qué pasaba cuando la tierra de repente pareció tirarme hacia arriba y me caí. Vi que la pared de mi casa se derrumbaba y una parte de gran tamaño me cayó encima mientras me encontraba cerca de la salida. Estuve debajo de los escombros tres días, pero cuando despejaron los escombros para liberarme, perdí el conocimiento.
¿Nos puede contar su historia a partir del terremoto?
Mi prima vive en los EE. UU., pero siempre se queda con mi familia cuando viene a Haití. Ella vino a visitar dos semanas después del terremoto y encontró que todo el edificio donde yo vivía se había derrumbado. Pensó que había perdido a la familia completa. Ella se enteró que yo estaba vivo cuando la llamé desde la República Dominicana, donde me estaba recuperando. Ella me contó que toda mi familia había muerto. Yo tenía una esposa y ocho hijos.
¿Qué le ayudó a reconstruir su vida después del terremoto?
Después del terremoto entregué todo en las manos de Dios. Ahora vivo como una persona que ha resucitado de entre los muertos. Acepto todo lo que Dios me da. Él me trajo al hospital y por estar aquí estoy vivo.
¿Cuáles son sus esperanzas para el 2012?
Me encantaría volver a tener un empleo de nuevo, incluso si no puedo hacer el mismo tipo de trabajo que antes hacía. Dado que Dios me ha dado vida, quiero que Él me de habilidades para poder hacer lo que Él quiera que haga. Quiero que Dios me ayude a ser útil para mí mismo y para mis hijos restantes (de una relación anterior), del mismo modo que lo era cuando podía caminar. Siempre se me llenan los ojos de lágrimas cuando sé que mi pobre prima está ayudando a mis dos hijas.
He empezado a hacer ciclismo de mano y pude representar a Haití en los Juegos Parapanamericanos en México. Estaría tan orgulloso de ir a los Juegos Paralímpicos este año. Quiero demostrarles a las personas en todo el mundo lo que las personas que tienen discapacidades pueden lograr. En Haití la vida es difícil para nosotros porque cada día enfrentamos la discriminación. Quiero que eso cambie.
¿Qué mensaje le anunciaría al mundo?
Dios cuidará de las personas discapacitadas y de las no discapacitadas, Dios siempre enviará un cuervo como lo hizo para Elías (1 Reyes 17:2-6). Todas las personas deben alabar a Dios porque ante sus ojos todos tenemos el mismo valor. Debemos orar, porque un día puede que nos acostemos con hambre, pero al día siguiente Dios puede cambiar las cosas. ¡Entreguémosle a Dios todos los momentos de nuestras vidas!
Esta entrevista fue gentilmente coordinada por el personal del Haiti Hospital Appeal (HHA) [Llamamiento para el hospital de Haití]. Puede obtener más información sobre su trabajo visitando www.haitihospitalappeal.org o escribiendo un e-mail a la dirección [email protected]
El HHA también está trabajando, en asociación con otros, para recaudar apoyo para un equipo de atletas haitianos discapacitados que está intentando calificar y participar en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012. Visite www.haitidream.org para obtener más información sobre esta iniciativa.