¿Cómo podemos mejorar las cosas? Probablemente, todos nos hemos hecho esta pregunta en algún momento. Queremos que las comunidades y las personas se transformen y prosperen. Pero ¿cómo podemos lograrlo?, ¿cuál será el resultado? y ¿cómo podemos evaluar si estamos consiguiendo progresos en la consecución de este objetivo?
A continuación, mencionamos algunas de las cosas que pueden ayudarnos a conseguir cambios verdaderos y positivos.
Comprensión de la necesidad
Es posible que creamos que hemos identificado una necesidad en la comunidad en la que vivimos o en la que trabajamos. Por ejemplo, es probable que nos demos cuenta de que los niños no están yendo a la escuela. Es posible que creamos que la respuesta al problema sea más docentes o mejores establecimientos. Sin embargo, quizás la falta de estas cosas no sea la principal causa del problema. Puede ser que la razón del ausentismo escolar sea que los niños se están enfermando debido a la falta de agua limpia. O quizás las familias no tengan dinero para mandar a sus hijos a la escuela porque no están teniendo una buena cosecha.
Si dedicamos tiempo para hablar con los miembros de la comunidad sobre su situación, podemos entender la verdadera raíz del problema. También podemos averiguar cuáles consideran ellos que son sus necesidades más urgentes.
Participación de la comunidad
Muchos proyectos de desarrollo han fracasado porque no se involucró a la comunidad. Para conseguir cambios positivos que duren, es importante incluir a la comunidad en cada etapa del proceso.
No solo es importante que los miembros de la comunidad identifiquen sus propias necesidades, sino que también consideren las capacidades y los recursos con que cuentan para abordar los problemas que enfrentan. Por ejemplo, pueden contribuir con la mano de obra o con los recursos que necesitan. Siempre debe involucrarse a los miembros de la comunidad en la planificación del proyecto, y en el monitoreo y la revisión del progreso. Es crucial animarlos a dar opiniones sinceras durante todo el proyecto. Debemos tratar a los miembros de la comunidad con dignidad y rendirles cuentas por el trabajo que realizamos.
Planificación eficaz
Una vez que sepamos qué es necesario que cambie, puede resultar tentador adelantarse y comenzar a trabajar. No obstante, tenemos que dedicar tiempo a pensar sobre la manera exacta en que podemos generar los cambios que queremos lograr. El cambio siempre surge de forma desordenada y complicada, pero con una buena planificación evitaremos problemas.
Existen muchas guías disponibles para el diseño de proyectos (en la página de Recursos se ofrecen los detalles sobre ROOTS 5: Gestión del ciclo de proyectos).
Debemos considerar a quién le afectará nuestro proyecto y quién podrá influenciarlo, ya que es probable que tengamos que conseguir la participación y el apoyo de estas personas. También debemos pensar sobre los riesgos que pueda suponer el proyecto y la manera en que podemos minimizar estos riesgos.
Lógicamente, lo normal es que un proyecto cueste dinero, de tal modo que deberemos preparar un presupuesto. Para el éxito de un proyecto y para la utilización responsable de los fondos, es fundamental verificar que el proyecto esté bien encaminado desde el punto de vista financiero.