“¡Por fin la alegría de ver a un bebé vivo en mi regazo!”. Maghoo estaba encantada de parir a su primer hijo en casa con la ayuda de una asistente de partería tradicional capacitada.
Maghoo tiene que trabajar con su esposo y suegra en los campos, al igual que hacen los hombres, y tiene que cocinar para una familia grande. La pobreza y las malas prácticas de salud con frecuencia la amenazan. “La vida es dura y sin los conocimientos adecuados y una conciencia sobre la salud nosotros, la gente de las zonas rurales, estamos ciegos”, dice ella.
Maghoo perdió a sus primeros cuatro bebés durante partos realizados en su casa asistidos por una asistente de partería tradicional no capacitada de la comunidad. Durante sus embarazos ella tuvo que caminar largas distancias, a veces en zonas desérticas, para ofrecer sacrificios, porque su familia creía que ella tenía un espíritu maligno en su vientre. Gastaron casi todos sus ahorros y vendieron sus animales tratando de deshacerse del espíritu maligno. Después de ocho años de matrimonio ella no podía darle un bebé a la familia, que deseaba ver que su primogénito procreara un hijo. Maghoo se puso muy delgada y anémica.
La familia empezó a decirle al esposo de Maghoo que se casara con otra mujer, ya que ella no iba a poder dar a luz niños para la familia.
Mientras tanto, la familia tuvo que mudarse a otra aldea. En esta aldea había una asistente de partería tradicional capacitada quien proporcionó información sobre salud materno infantil, higiene y partos seguros.
Maghoo, que estaba de nuevo embarazada, fue visitada por la asistente de partería tradicional capacitada que se fijó que ella estaba delgada y anémica y vio que había complicaciones. La siguiente semana un equipo de salud de la Sahara Community Health Associations (Asociaciones Comunitarias para la Salud Sahara; SaCHA, por sus siglas en inglés) visitó la aldea. Durante la sesión para hombres de sensibilización sobre la salud materno infantil el esposo de Maghoo se interesó mucho e hizo muchas preguntas. Compartió el problema de su esposa, descubrió información correcta y le dio gusto obtener respuestas. Él se animó y llevó a su esposa a ver a la animadora de mujeres y partera de SaCHA, quien les proporcionó conocimientos básicos sobre la atención médica materno infantil, lo cual cambió sus prácticas y su actitud hacia un parto seguro. Entonces, con la ayuda de la asistente de partería tradicional, Maghoo fue llevada al hospital más cercano de manera regular a visitas médicas prenatales durante su embarazo. Su esposo hizo los arreglos y pagó por un transporte en carreta. Ella visitó de manera regular a una partera y recibió cuidados y una dieta adecuados. Finalmente dio a luz a un niño.
La familia y el esposo estaban encantados de ver a su primer hijo. Después de aprender con el asesoramiento sobre la salud materno infantil, descontinuaron todas las prácticas incorrectas. Ahora su esposo no está dispuesto a considerar casarse con otra mujer. Él le permite a Maghoo usar la planificación familiar y visitar a los equipos de salud –e incluso la lleva felizmente a las clínicas.
Maghoo era víctima de la falta de conocimientos y del poder y control de los hombres sobre las vidas de las mujeres.
Las dos cosas que marcaron una diferencia en el quinto embarazo de Maghoo fueron:
- los cuidados y las sabias decisiones de su esposo durante su embarazo
- los cuidados de una partera y de una asistente de partería tradicional capacitada quienes la ayudaron a obtener consejos médicos durante su embarazo.
El equipo SaCHA continúa dirigiendo programas de concienciación en las comunidades sobre la salud materno infantil para hombres y también para mujeres. Ellos presentan obras teatrales cortas, comparten mensajes, cuentan historias e involucran a los hombres que asisten. Maghoo y su esposo ahora son voluntarios de SaCHA y ellos mismos refieren a las mujeres y a los hombres a asistir a las reuniones comunitarias.
Imroze Goel es el Coordinador de SaCHA (Sahara Community Health Associations), Diócesis de Hyderabad, Kunri, Pakistán. El nombre de Maghoo ha sido cambiado.
Asistentes de partería tradicionales
Existe un constante debate entre los expertos respecto a si las asistentes de partería tradicionales capacitadas son efectivas en la prevención de la muerte materna. Como resultado de las investigaciones, algunos Gobiernos han decidido no proporcionar dinero para capacitar a las asistentes de partería tradicionales.
Muchas asistentes de partería tradicionales son pobres y no han recibido educación formal, pero las mujeres embarazadas en sus comunidades con frecuencia prefieren verlas a ellas primero, en lugar de a una partera o a un médico externos a la comunidad. La efectividad de una asistente de partería tradicional capacitada dependerá de la calidad de su capacitación y de su propia motivación para cambiar sus prácticas. Si todavía la comunidad presiona para que las mujeres den a luz en sus hogares de la manera tradicional y si la asistente de partería tradicional teme perder ingresos al dirigir a las mujeres a parteras y médicos en lugar de dar a luz en el hogar, es posible que ella no proporcione los consejos necesarios para salvar vidas.
En la medida de lo posible, las asistentes de partería tradicionales deberán ayudar a que las mujeres se aseguren de dar a luz en un centro de salud con una partera con formación profesional. No obstante, la realidad es que algunas asistentes de partería tradicionales trabajan en zonas remotas, lejos de centros de salud y hospitales.
Las asistentes de partería tradicionales desempeñan un papel esencial en reconocer problemas durante y después del parto, de modo que las mujeres que dan a luz en el hogar y enfrentan dificultades puedan ser trasladadas a un centro de salud para recibir tratamiento eficaz tan rápido como sea posible.