(De los archivos de Paso a Paso...)
Por Mike Carter.
Este artículo apareció por primera vez en Paso a Paso 10 sobre Crianza de animales menores. Al momento de la publicación, Mike Carter trabajaba para T-CORD, Bishop Burton Agricultural College (Instituto Agropecuario de Bishop Burton). Ahora está jubilado.
Probablemente hayan visto un proyecto avícola “intensivo”: se compran pollos recién nacidos de tipo “fino” o “híbrido”, se les construye un gallinero costoso, quizás con techo de láminas de zinc corrugado, se compra alimento especial ya listo directamente de la fábrica.
Estos proyectos a veces dan buenos resultados; sin embargo, es triste constatar que en muchos países estos gallineros frecuentemente están vacíos. Las gallinas han desaparecido y el dinero se ha perdido. Las aves pertenecían, tal vez, a un proyecto de desarrollo o a una cooperativa del pueblo, a un grupo de iglesia o de escuela o a un agricultor independiente. A quienquiera que hayan pertenecido, todos han perdido la esperanza.
¿Por qué fracasan estos proyectos con tanta frecuencia? La avicultura intensiva no es una actividad fácil y sencilla que, como mucha gente cree, genera buenos ingresos. Es posible que hayan recibido consejos de personas poco expertas en esta materia. A veces las personas no se dan cuenta de cuánta inversión se requiere. Las cosas pueden salir mal. Entre los problemas más comunes tenemos los siguientes:
MALA ADMINISTRACIÓN La administración en un proyecto intensivo de avicultura tiene que ser muy buena. Tiene que haber un control estricto de higiene, p. ej., vacunas contra las enfermedades, baños de patas en la entrada, desinfección de gallineros para pollitos recién nacidos. Tiene que haber espacio suficiente para cada ave y hay que tener suficientes bebederos, comederos, nidales y perchas. Si se compran pollitos recién nacidos, éstos deben mantenerse calientes y ser alimentados correctamente.
REGISTROS DEFICIENTES Es necesario llevar registros de la producción y financieros. Se debe disponer (vender o matar) rápidamente de los pollos que no estén dando una buena producción (de huevos o carne).
SELECCIÓN ERRADA DE AVES Puede ser que se hayan adquirido pollos originarios de otros países. Quizás sólo pueden dar una buena producción en un gallinero específico o bajo un sistema administrativo diferente. En los pueblos, la crianza de pollos locales casi siempre será más segura y rentable.
UN PROYECTO DEMASIADO GRANDE Puede ser que se hayan comprado demasiadas gallinas ponedoras antes de haber obtenido los conocimientos y la destreza necesarios para la avicultura o antes de haber estado completamente seguro de que las aves iban a producir y venderse bien.
UN PRESUPUESTO INCORRECTO Antes de empezar, el avicultor, o los miembros del proyecto, debe calcular exactamente la cantidad de alimento que consumen las aves en crecimiento. Hay que añadir a esto otros gastos: medicinas, vacunas, equipos, etc. Con las gallinas ponedoras pasarán seis meses antes de que empiecen a poner huevos; mientras tanto, no habrá ingresos.
PROBLEMAS CON LA PROVISIÓN DE ALIMENTO Puede ser que la provisión de alimentos haya terminado o que se haya deteriorado su calidad; que no haya habido dinero en efectivo para comprar alimento o que no haya habido transporte. Las gallinas ponedoras dejarán de poner huevos si hay un cambio significativo en la calidad del alimento o si pasan más de 24 horas sin comer o beber agua. La dieta de las aves es muy parecida a la de las personas, entonces si hay escasez, la avicultura intensiva podría entrar en competencia con las personas. Inevitablemente, esto conducirá a problemas de abastecimiento.