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Reportes sobre investigaciones

Teología de la abundancia en comunidad: Hacia la sostenibilidad ambiental y económica

En búsqueda de una perspectiva teológica de la sostenibilidad ambiental y económica 

2022 Disponible en Inglés, Francés, Español y Portugués

Residentes sonrientes de una comunidad en Nepal sentados frente a un sembrado de maíz

Residentes de la comunidad de Palung (Nepal) que se han beneficiado del estanque de agua que ellos mismos construyeron. Foto: Matthew Joseph/Tearfund

«Proponemos que nuestro verdadero papel como seres humanos requiere que pensemos diferente respecto a nosotros mismos y que, por lo tanto, vivamos de manera diferente con las demás personas y con el planeta.

Implica que debemos compartir de manera más generosa y abundante, y que colectivamente andemos con más cuidado sobre la tierra.

Conlleva que atesoremos y consumamos menos, y que reconozcamos que vivimos en una comunidad con abundancia, en la que el amor, no el dominio, impregna todo lo que hacemos.»

Así concluye el informe sobre «Teología de la abundancia en comunidad», que busca proveer una perspectiva teológica global sobre la sostenibilidad ambiental y económica (SAE). 

Basándose en los aportes y contribuciones de innumerables teólogos/as, pensadores/as, escritores/as y profesionales de diversos tipos de muchos países del mundo, el informe representa la culminación de un largo proceso en el que Tearfund solicitó consultas en torno a la teología de la SAE en:

  • África
  • Asia
  • Latinoamérica
  • Europa y Norteamérica

Hay tres versiones disponibles del informe: el informe completo, una versión abreviada y un resumen de cuatro páginas. Para tener acceso al informe completo en inglés, pulse el enlace « Otros idiomas» más abajo.



Suficiente para todos: Mentalidad de abundancia en comunidad

Como personas cristianas, queremos que nuestra fe tenga un impacto en nuestra vida, y en la vida de quienes nos rodean, en nuestras sociedades y economías, y en la creación en general.

Sin embargo, la forma en la que vemos el mundo determina si ese impacto es beneficioso o perjudicial. Nuestra forma de pensar enmarca nuestra creencia sobre el propósito del ser humano en este mundo y cómo nos relacionamos unos con otros y con la creación en general.
Analicemos dos mentalidades que podríamos tener.

Una mentalidad de escasez significa que vemos el mundo a través de un lente de carencia o escasez. Vivimos como si no hubiera suficiente para todas las personas. Los mercados económicos se convierten en lugares donde la gente compite por recursos limitados.

En resumen, esta mentalidad nos lleva a acaparar y consumir recursos de manera egoísta, a menudo a expensas de las personas y del planeta, en lugar de mostrar amor y cuidado.

Con esta mentalidad, podemos pensar que la solución a la pobreza económica es aumentar la producción, es decir, fabricar más cosas. Pero esto puede perpetuar aún más los problemas. Necesitamos algo más: un enfoque diferente.

Como seguidores de Jesús, podemos adoptar una mentalidad más relacional, responsable y bíblica.

Una mentalidad de abundancia en comunidad es una teología que ve a la humanidad como un conjunto de seres relacionales, esencialmente interconectados entre sí y con el resto de la creación, que viven en un mundo con suficientes recursos para todas las personas.

A medida que adoptamos esta mentalidad, comenzamos a ver el mundo no como un mercado bajo competencia, sino como un hogar compartido, en el que reconocemos nuestra profunda conexión con personas cercanas y lejanas, con nuestro Dios Creador y con la creación en general.

Nos damos cuenta de que la verdadera riqueza no se ve reflejada en nuestras cuentas bancarias, sino en nuestras relaciones saludables con los demás, con Dios y con toda la creación.

No ignoramos la realidad de que tenemos recursos finitos. Más bien, asumimos que en el mundo de Dios siempre hay suficiente. No tanto como para acaparar o explotar, sino suficiente para compartir con los demás no solo nuestro dinero, posesiones y bienes, sino también nuestro poder, nuestras voces y nuestra vida.

Se trata más de una abundancia de amor, esperanza y confianza –una abundancia relacional– que de una abundancia de cosas materiales.

Una mentalidad de abundancia en comunidad reconfigura la teología de la pobreza económica.

Comprendemos que el problema no es la pobreza que hay "allá", para la cual la gente con dinero tiene la solución. Más bien, el problema es nuestra mentalidad errónea de escasez. La solución es que las personas que tienen en exceso y las que no tienen suficiente tengan una fuerte conexión y compartan entre sí para generar cambios.

Si desea conocer más sobre la teología de la abundancia en comunidad, siga el enlace de la descripción para descargar su resumen gratuito en PDF.

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