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Estudios bíblicos

Estudio Bíblico: ¿Deben los cristianos acudir al médico?

Este estudio bíblico cuestiona la idea de que consultar al médico significa no tener fe en Dios

2017 Disponible en Francés, Inglés, Portugués y Español

Mujer en White Labcoat lee el termómetro utilizado para medir la temperatura de un niño angustiado, que está retenida por su madre

IDP Camp Clinic en Plateau, Nigeria. Foto: Ruth Towell

Un trabajador malauí de la salud, con su uniforme blanco y rojo, sonríe a la cámara mientras toma notas

De: Salud y fe – Paso a Paso 102

Consejos sobre primeros auxilios, experiencias de trabajadores de la salud, un estudio bíblico sobre sanidad y mucho más

Algunos creyentes en Cristo creen que la búsqueda de ayuda médica refleja una falta de fe en Dios. Existen quienes creen, erróneamente, que deben desechar sus medicinas y dedicarse a orar por sanidad.

Cuando meditamos en la forma en la que nos comportamos en otras áreas de nuestra vida, nos damos cuenta de la falta de lógica de este punto de vista. Si su bicicleta se descompone, ¿la lleva al mecánico o espera a que Dios haga un milagro y la arregle? Si se abre una gotera en el techo de su casa, ¿espera a que Dios repare el techo o lo repara usted? Dios puede reparar una bicicleta o arreglar el techo de una casa; asimismo Él puede sanar nuestro cuerpo. El hecho de que Dios pueda hacer milagros de sanidad no significa que debamos siempre esperar milagros. Debemos buscar la ayuda de los que tienen el conocimiento y las habilidades para ayudarnos.

¿Qué dice la Biblia con relación a los médicos?

Muchos versículos en la Biblia hablan del uso de los tratamientos médicos que eran comunes en aquellos días. Entre estos, está el uso de:

vendajes (Isaías 1:6) aceite (Santiago 5:14) aceite y vino (Lucas 10:34) hojas (Ezequiel 47:12) bálsamo (Jeremías 8:22). Sabemos que Lucas, el autor del libro de los Hechos y del Evangelio que lleva su nombre, fue médico (Colosenses 4:14). En cierta ocasión, Pablo le dio un consejo a Timoteo, relacionado con un tratamiento médico (1 Timoteo 5:23). En la Biblia se menciona a médicos unas doce veces. El único versículo que puede ser usado erróneamente para enseñar que no debemos recurrir a los médicos es 2 Crónicas 16:12, que dice: «En el año treinta y nueve de su reinado, Asá se enfermó de los pies; y aunque su enfermedad era grave, no buscó al Señor, sino que recurrió a los médicos».’ El problema aquí no fue que Asá recurrió a los médicos, sino que él «no buscó al Señor». Siempre debemos acudir a la ayuda de Dios «además de» y no «en lugar de» recurrir al tratamiento médico adecuado. En Mateo 9, los fariseos le preguntaron a Jesús por qué pasaba tiempo con los pecadores. Jesús les contestó: «No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos» (Mateo 9:12). Jesús reconoció que los enfermos necesitan a los médicos. Él no condenó el acto de acudir a los médicos ni a los tratamientos «del mundo». Sí, Jesús hizo muchos milagros de sanidad mientras estaba en este mundo, pero estos fueron en parte para demostrar a los pueblos que Él era el Mesías prometido (Lucas 4:18).
Dios nos da la responsabilidad de acudir a los tratamientos médicos, así como de recurrir a la oración por sanidad. Ilustración: Petra Röhr-Rouendaal

Dios nos da la responsabilidad de acudir a los tratamientos médicos, así como de recurrir a la oración por sanidad. Ilustración: Petra Röhr-Rouendaal

¿De qué manera debemos responder? 

¿Deben entonces los cristianos acudir al médico?¡Claro que sí! Dios nos creó como seres inteligentes. Él nos dio la habilidad para crear la medicina y aprender cómo sanar nuestro cuerpo. Los médicos son una de las maneras por medio de las cuales Dios nos proporciona sanidad y recuperación. 

No obstante, lo que vemos es que en este mundo caído no todas las personas son sanadas; y no entendemos por qué. Sabemos que Pablo luchó con un problema al que llamó «una espina […] en el cuerpo» (2 Corintios 12:7). Cualquiera que haya sido su problema, Dios no lo sanó, sino que le dio la fuerza para soportarlo. Cuando llegue el final de los tiempos, Dios «enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor» (Apocalipsis 21:4). Mientras tanto, sabemos que Dios nos fortalecerá y nos ayudará ante toda dificultad que vivamos. 


Preguntas para el debate 

  • Comente sobre un momento en el que usted estuvo enfermo. ¿Recibió ayuda médica? ¿Le ayudaron en la iglesia? ¿Recibió fortaleza de parte de Dios? 
  • ¿De qué manera podemos alentar a las personas para que busquen ayuda médica cuando la necesitan, además de orar por sanidad? 


El presente estudio bíblico es una adaptación de un artículo publicado en el sitio Got questions (www.gotquestions.org). Nótese que las opiniones vertidas en otros artículos de este sitio no necesariamente reflejan las opiniones de Tearfund.

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