Sin embargo, unos años antes, los granjeros estaban perdiendo su ganado a un ritmo alarmante por culpa de las bolsas de plástico. Los ríos, los arroyos y las alcantarillas se bloqueaban con las bolsas. Incluso las tierras de los granjeros estaban cubiertas de bolsas.
En 2006, yo experimenté en persona el problema de las bolsas de plástico. En esa época, mi madre tenía seis vacas lecheras. Una de las vacas comenzó a perder peso y se volvió enfermiza. Mi madre llamó a un veterinario, pero la vaca empeoró. Al cabo de cuatro semanas, habían muerto cuatro vacas. Cuando el veterinario practicó una autopsia, resultó que todas habían comido bolsas de plástico.
Lamentablemente, no se trató de un caso aislado. Las bolsas de plástico estaban perjudicando la economía local en toda Ruanda. La gente exigió al Gobierno que tomara medidas urgentes. Se llevaron a cabo discusiones a todos los niveles: desde reuniones comunitarias hasta debates parlamentarios. Como resultado, se aprobó una ley que prohíbe las bolsas de plástico.
Sin embargo, en primer lugar, el país necesitaba deshacerse con suma urgencia de las bolsas que había por todas partes. Se organizaron días dedicados a la limpieza y los resultados fueron impresionantes. Se juntaron montañas de bolsas de plástico prácticamente en todos los pueblos. Si se quemaban, habrían generado un nivel de contaminación del aire muy alto, así que no había manera de deshacerse de ellas. El problema necesitaba una solución a nivel gubernamental.
El Gobierno invirtió en una planta de reciclaje de plástico por medio de incentivos para el sector privado. Las montañas de bolsas de plástico comenzaron a ser trasladadas a la nueva planta y fueron desapareciendo poco a poco de los pueblos. Pronto, surgieron otros tipos de desechos de plástico.
En la actualidad, Ruanda es un país prácticamente libre de bolsas de plástico. Después de la campaña de limpieza, el Gobierno comenzó a hacer cumplir la prohibición en toda Ruanda, incluido en las fronteras. Se comenzó a confiscar las bolsas de plástico y a poner multas muy altas a los usuarios y vendedores. Se incentivó y apoyó a los negocios para buscar alternativas.
La prohibición no solo eliminó el uso de las bolsas de plástico, sino que también generó un sentido de responsabilidad con el medio ambiente entre los ruandeses.
Emmanuel Murangira es el representante nacional de Tearfund en Ruanda.
Correo electrónico: emmanuel.murangira@tearfund.org
Estudio de caso: Todos contra los plásticos en Malaui
En marzo de 2015, el Gobierno de Malaui prohibió la producción, la venta y la utilización de bolsas de plástico de un solo uso. Sin embargo, hacer cumplir la prohibición no fue fácil. Los fabricantes de bolsas de plástico apelaron y obtuvieron una orden contra la prohibición. Mientras esperaban a que se considerara su apelación, continuaron produciendo y vendiendo bolsas. Esta situación se prolongó durante más de tres años.
En 2018, Tearfund y varias organizaciones socias de Malaui formaron una nueva red medioambiental: la Red de Cuidado de la Creación de Malaui, que ejerció presión en el Tribunal Supremo para que se pronunciara contra la apelación de los productores de plástico. Movilizaron a los líderes de las iglesas y las ONG, y se unieron a otras redes de activistas locales. Como resultado, el 5 de junio de 2018, con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente, se organizó una marcha por toda la ciudad de Blantyre. La marcha contó con la presencia de una amplia diversidad de sectores: ONG, políticos, líderes de las iglesias, estudiantes universitarios, clubes escolares de flora y fauna y público general. Los activistas habían planeado otra marcha incluso más grande hacia el Tribunal Supremo para diez días después.
Afortunadamente, antes de que se llevara a cabo esta segunda marcha, el tribunal confirmó la prohibición. A pesar de que, posteriormente, los productores de plástico obtuvieron una nueva orden contra la prohibición, ahora el asunto está en manos del Parlamento y el presidente del Parlamento dirige la defensa de la causa. La Red de Cuidado de la Creación y otros activistas continúan abogando intensamente por que se confirme la prohibición.
Hannington Muyenje, miembro principal del Equipo de Incidencia Mundial de Tearfund.
Correo electrónico: hannington.muyenje@tearfund.org
Guía comunitaria para la salud ambiental
Jeff Conant y Pam Fadem
Esta guía práctica y fácil de utilizar abarca numerosos aspectos relacionados con la protección de la salud medioambiental. Incluye secciones sobre cómo gestionar los desechos sólidos, cómo crear vertederos sanitarios y cómo tratar los desechos de los servicios de salud. Disponible en chino, español, inglés, portugués y ruso. Para descargar una copia gratuita o comprar una copia impresa a 31.95 dólares estadounidenses, visite: http://es.hesperian.org/hhg/Gu%C3%ADa_comunitaria_para_la_salud_ambiental