por Mike Wall.
‘Si nos echan al fuego el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos.’ (Daniel 3:17) La gente que se encuentra en situaciones de emergencia tiene que soportar niveles altos de tensión y presión, por lo tanto el saber lo que es el estrés y cómo soportarlo puede ser una gran ayuda.
Tres tipos de estrés
Muchas situaciones diarias nos causan tensión. Sentimos una ansiedad saludable y necesaria cuando nos encontramos en situaciones nuevas – tales como empezar un trabajo nuevo, jugar un deporte, conocer a grupos nuevos de personas. En efecto, este tipo de estrés nos ayuda a responder y a enfrentar mejor estas situaciones difíciles. A esta clase de estrés la llamamos productiva.
Sin embargo, a medida que este tipo de estrés aumenta, continúa aumentando la presión. Pasa el tiempo y nos preocupamos cada vez más. Finalmente llegamos a un punto cuando ya no podemos enfrentar muy bien estas situaciones difíciles. Toda nuestra energía se concentra en nuestra propia supervivencia. Este tipo de estrés se podría llamar estrés anti-productivo.
Si los niveles de estrés continúan a aumentar, hay aún un nivel superior de estrés que se denomina estrés paralítico. La persona ya está a punto del colapso y no puede trabajar para nada. Este estado extremo necesita ayuda especializada.
El diagrama muestra estos tres tipos de tensión. Entre los puntos A y B el trabajador puede trabajar lo mejor posible. Sin embargo, una vez que se pasa el punto B, la persona puede trabajar con menos y menos efectividad. En la vida real no hay cambios repentinos que nos dicen que alguien ha pasado al estrés antiproductivo. En cambio, se pueden observar algunas señales de advertencia.
Señales de advertencia
Señales físicas…
- úlceras
- dolores de cabeza
- cansancio
- no poder dormir
- ataques de pánico
Señales mentales…
- sentido de fracaso
- cólera y resentimiento
- el deseo de escapar de una situacióninhabilidad de concentrarse en loque alguien está diciendo
- sospecha de otros
- dificultades en tomar decisiones
- depresión
Señales espirituales…
- Dios parece estar distante y sin preocupación de nosotros
- falta de entusiasmo en servir a Dios
- pérdida de gozo en la relación con Dios
- énfasis sobre juicio de Dios en vez de su misericordia
Otras personas no necesariamente notarán estas señales por mucho tiempo. La persona puede tener una mezcla de las señales anteriores, pero no serían características típicas de la persona antes de estar en una situación de tensión.
Cómo enfrentarse al estrés…
- Pídale a Dios que le provea de recursos extras para enfrentarse a la situación difícil en que se encuentra. El ha prometido equiparnos con todo lo que necesitemos para servirle.
- Si es posible, intente quitar un poco de la presión. Por ejemplo, si hay una relación difícil con un colega, intente hablar abiertamente sobre el problema. Claro, en el caso de una situación de emergencia pueda ser que no sea posible quitar la presión.
- Desarrolle maneras de soportar el estrés…
- Cuide de su salud y tome tiempo para relajarse.
- Hable de sus sentimientos con otras personas.
- Evalúe la manera en que trabaja – ¿se ha fijado metas y límites imposibles?
- Aprenda a delegar – y comparta las responsabilidades.
- Agradezca las bendiciones que tiene, no esté siempre pensando sólo en sus problemas, y viva día por día.
- Acepte apoyo, ayuda y ánimo de otros – amigos, familia, miembros de la iglesia y colegas de trabajo.