por Neil McDonald.
Dos tercios de los profesionales de atención de salud del mundo trabajan en países industrializados para un tercio de la población mundial. Esto significa que los pobres tienen escaso acceso a los servicios de atención de salud. La situación es un desafío para los planificadores y los trabajadores de salud en los países de bajos ingresos.
Los problemas más comunes que se encuentran en muchos países son:
- las restricciones de los gobiernos al planear y financiar servicios de salud adecuados para todos sus ciudadanos
- la renuencia de los trabajadores de la salud calificados para trasladarse de las áreas urbanas a las rurales
- como resultado las áreas rurales cuentan con servicios de atención de salud inadecuados, con trabajadores que no tienen supervisión, carecen de motivación y reciben bajos salarios
- la dificultad para controlar o regular a los grupos de trabajadores de la salud sin capacitación que se desarrollan paralelamente a los servicios inadecuados del gobierno
- una falta de información adecuada sobre la atención de salud; la gente es menos capaz de tomar decisiones apropiadas con respecto a sus propias necesidades de salud
- una visión supersticiosa del mundo que cree que las enfermedades (tales como el paludismo o el dolor de muelas) son consecuencia del disgusto de los dioses u obra de los malos espíritus.
En el mundo industrializado la gente espera tener un alto nivel de atención de salud. El costo de la atención de salud de alta calidad es pagado en parte por los gobiernos con ingresos generados por los impuestos, en parte por empleadores y seguros de salud y en parte por lo que pagan los individuos mismos. Sin embargo, en los países de bajos ingresos, los gobiernos recolectan menos impuestos y los individuos son raramente capaces de pagar una contribución realista por su atención de salud.
El planeamiento de los servicios de salud necesita considerar cuidadosamente cuánto pueden pagar los proveedores de salud y los usuarios por la atención. También es necesaria la planificación regional para una distribución más equitativa de los servicios para que los servicios de salud no se concentren en las áreas urbanas (donde la gente tiende a tener un ingreso más alto) e ignoren las necesidades de la gente de las áreas rurales.
