El centro ahora trabaja con 18 niños entre las edades de 2 y 14 años, los que tienen severos problemas mentales y físicos. Los niños necesitan mucha ayuda, por lo tanto el enfoque del centro está en trabajo de fisioterapia, como ayudarlos a aprender a sentarse y moverse. Se concentran en estimular los sentidos principales: la vista, el oído, el tacto y el olor. Un grupo de personal también visita a los niños en sus casas proporcionando atención de salud y limpieza. Un reciente adelanto es examinar las necesidades educativas y sociales de los niños además del cuidado físico. Aunque independiente, el centro recibe una cierta suma del gobierno por cada niño que asiste. Pero hay muy poco dinero sobrante para la expansión y desarrollo, una vez que se han pagado los sueldos y los gastos corrientes.
Equipo educacional
El centro duplica las piezas de equipo existentes de Occidente y las produce localmente. Se usa la imaginación para producir equipo como:
- tablas para tocar (táctiles) hechas de madera con varias cosas atadas, tales como una pelota, un pedazo de escobilla de fregar, capoc, que animan a que los niños los toquen
- una silla de ruedas vieja, irreparable, convertida en un asiento de ducha quitándole el asiento, poniéndole un pedazo de madera encima y cubriéndolo con espuma plástica
- un trampolín hecho hundiendo un somier elástico viejo en la tierra y cubriéndolo con un colchón
- un balancín hecho de un tambor de petróleo y una tabla
- hamacas que sean muy seguras para mecerse
- formas de espuma cubiertas con PVC: forma de herradura como asientos, formas triangulares en las que los niños pueden tenderse, y tubulares para jugar
- esténciles con formas y colores brillantes para decorar los cuartos.
El progreso pasa por cambios pequeños. Por ejemplo, un niño empezará a tocar una tabla táctil. Un niño en un columpio se impulsará con los pies. Un niño golpeará sobre una pila de ladrillos en lugar de simplemente mirarla.
Trabajo y juego
Uno de los desafíos más grandes para el centro ha sido educar al personal sobre la idea del juego. En una sociedad donde el trabajo se ve como muy importante, la idea del juego simplemente no existe en el pensamiento del adulto. La gente no se da cuenta que el jugar, solo o en grupo, es parte del desarrollo social. Cuando se introduce un nuevo juguete – por ejemplo un receptáculo con agujeros de diferentes formas en la tapa para introducir objetos a través de ella – el personal aprenderá a usarlo. Luego se lo darán a un niño y esperarán que ellos sepan qué hacer con él. Si no lo hacen, el juguete se considera inútil. El personal tiene que ver que el juguete puede usarse de muchas maneras. Podrían quitarle la tapa y mirar adentro, tocarlo, agitarlo, disfrutar los colores y así sucesivamente. Podrían olvidarse de la tapa completamente y ponerla en otra parte.
Se necesita un cambio completo de actitud para que el personal realmente pueda entender y pueda disfrutar del ‘juego’. Esto también implica animar a que los niños exploren los juguetes.
Algunos no podían ni siquiera tocar uno a menos que los animen. Creer que el desarrollo es posible y darse cuenta de cómo puede animarse es parte de la capacitación esencial que necesita el personal para ser eficaz.