Conozca a Claudio Oliver, un ambientalista y pastor de Brasil que compartió sus experiencias en agricultura urbana en una entrevista con la Editora de Paso a Paso.
¿Qué le inspiró a convertirse en un agricultor urbano?
Un día, después de años esperando y soñando con tener un pedazo de tierra, fui a mi balcón y miré mi terreno de 0.6 metros cuadrados lleno de tierra muy mala. Luego fui a mi cocina donde recolecté mis desechos de comida. Viendo la conexión entre los dos lugares, tuve la inspiración de hacer una oración parecida a esta...“Señor, en lugar de quejarme o soñar con tener tierra, tomaré la decisión de honrarte a ti y a tu creación. No crearé basura que no pueda usar de nuevo dentro de mi hogar y sacaré el mayor provecho de la tierra que me has dado”.
Empecé mi primer cubo de gusanos [editora – un modo de hacer composte usando gusanos] y en seis meses el composte me ayudó a producir una muy buena cosecha de tomates, lechuga y moras de la pequeña “finca” que había crecido en este espacio desaprovechado con tierra mala.
Habiendo sido fiel en utilizar ese pequeño espacio, pronto empezamos a transformar el estacionamiento de nuestra iglesia para convertirlo en un huerto. ¡Después de tres años teníamos 300 vegetales, árboles, frutos y flores diferentes creciendo allí! Luego alquilamos nuestra primera casa para empezar lo que hemos denominado “Casa de la vid”, porque queríamos demostrar que es propiedad de la Vid (véase Juan 15:1-8).
Toma mucho esfuerzo cosechar alimentos, pero tanto alimento se desaprovecha. ¿Cómo se minimizan los residuos de alimentos en su vida en la ciudad?
Comienzo con este principio: los residuos pueden contaminar o los residuos pueden ser devueltos al ciclo de vida. Una vez uno ha comprendido esto puede dar los pasos prácticos para hacerlo, dando los residuos de alimentos como comida a los animales o haciendo composte. Siempre debemos hacernos la pregunta: ¿cómo puede este residuo traer nueva vida? Descubrimos que este tipo de enfoque conduce a la abundancia y la abundancia conduce a compartir, a la amistad y a una comunidad fuerte. Nadie sale de nuestra casa sin algo en sus manos.
Creemos que la mejor manera de manejar nuestros residuos no es por medio del reciclaje, sino por lo que nosotros denominamos el preciclaje. Esto significa no comprando cosas en primer lugar, para no tener que deshacernos de ellas. El próximo paso lo denominamos sobreciclaje. Una vez ya existe el residuo, podemos buscar maneras de extender su vida utilizándolo por tanto tiempo como sea posible.
Usted participa en un movimiento denominado “Do Meu Lixo Cuido Eu” que se traduce como “yo me encargaré de mi basura” –¿nos puede contar más acerca de este movimiento?
Es muy simple, no existen residuos en la naturaleza. El principal mensaje de la campaña es que si usted ha producido residuos, puede encontrar una solución para ellos. O si no puede encontrar una solución, puede dejar de usar lo que sea que esté creando el residuo. Cualquier persona puede unirse a la campaña o utilizar nuestro nombre de campaña, porque todos pueden encargarse de sus propios residuos.
Lo que usted hace puede ser bastante desafiante para las personas a su alrededor; ¿cómo reaccionan las personas a su modo de vida?
Para algunos somos una señal de esperanza. Estas personas nos aman y apoyan. Para otras somos símbolo de todo lo que odian, nos ven como subdesarrollados y poco sofisticados. Cuando algunas personas se quejaron ante las autoridades de la ciudad, enviaron funcionarios para revisar lo que estábamos haciendo. Pero después de venir y ver la calidad de nuestro trabajo, decidieron no castigarnos, sino en cambio apoyarnos. Incluso cambiaron una ley local a nuestro favor para que pudiéramos continuar haciendo lo que hacemos.