Soy productor de un pódcast —una grabación de audio con entrevistas y discusiones— titulado How to build community (Cómo construir la comunidad). Todos los meses, entrevisto a alguien que haya participado en un proyecto comunitario de alto impacto. La persona me cuenta su historia y comparte su saber con el público. He hablado con gente de todos los rincones del mundo, pero una de mis entrevistas favoritas fue con un trabajador social llamado Bobby Zachariah, de la ciudad de Pune, en India.
Puerta a puerta
En Pune, residen tanto habitantes de bajos ingresos como compañías tecnológicas cuyas ganancias son altas. Bobby nos contó que una de estas empresas había emprendido un proyecto benéfico para brindar educación y crear oportunidades en una de las áreas más pobres de la ciudad. La empresa tenía un presupuesto holgado, conocimientos técnicos y un genuino deseo de ayudar. Pero no mucha gente se mostró interesada en ser parte del proyecto porque se sentían receptores, en lugar de copropietarios del proyecto.
La empresa buscó la ayuda de Bobby. «¿Cómo resolvemos esto?», le preguntaron. Habían invertido mucho dinero durante varios años y habían logrado pocos resultados. Su consejo los sorprendió. Bobby les sugirió que, en lugar de intentar resolver los problemas de la comunidad, fueran de puerta en puerta y les preguntaran a los residentes cómo estaban y simplemente escucharan lo que tuvieran para decir.
Y eso fue lo que hicieron. Cada fin de semana, un grupo de personas de la empresa visitó a los habitantes de la comunidad y entabló conversaciones con ellos para conocer cómo era su vida y cuáles eran las cosas que les importaban.
Confianza
Este simple hecho de escuchar provocó un cambio en la comunidad. Los miembros de la población local no estaban acostumbrados a sentirse valorados; en la medida en que fueron escuchados adquirieron la confianza para abordar sus propios problemas.
En este contexto, participaron en un ejercicio en el que proyectaron sus sueños, durante el cual identificaron varias cuestiones que podían mejorarse en la comunidad, en áreas tales como salud, saneamiento y educación.
Formaron grupos de voluntarios integrados por personas jóvenes, mujeres y hombres, y solicitaron a la autoridad local que trabajaran juntos para lograr estos cambios. Además, solicitaron a la empresa tecnológica ayuda financiera y asesoramiento experto para poner en práctica lo que se habían propuesto. Así, la empresa pasó de ser ignorada a desempeñar un papel clave en la facilitación de estos interesantes cambios liderados por la comunidad.
Trabajo conjunto
Escuchar es una parte fundamental de la comunicación participativa, y puede ayudar a conseguir resultados inesperados y extraordinarios. Cuando las comunidades, las organizaciones locales y las personas encargadas de la formulación de las políticas se escuchan las unas a las otras, se suelen aclarar los malentendidos, y las personas aprenden a trabajar juntas de formas nuevas.