Seguridad del agua

Cada gota de agua que tomamos viaja desde una cuenca (por ejemplo, una colina o un bosque) a través de una fuente (por ejemplo, un manantial) hacia el lugar donde se la utiliza (como un hogar). Esto se conoce como la ruta de abastecimiento de agua. 

Durante su curso, el agua puede ser tratada, almacenada, bombeada, encauzada en una tubería o transportada en un contenedor. 

Los contaminantes que hacen que el agua no sea apta para su consumo, como las bacterias, los virus o los químicos dañinos, pueden colarse en cualquier momento durante la ruta de abastecimiento de agua. 

Creación de planes de seguridad del agua

Las pruebas que se hacen en el agua pueden demostrar si esta está contaminada, pero no revelan dónde se originó la contaminación. Por ejemplo, el agua de pozo puede ponerse a prueba y resultar ser salubre, pero si se la transporta en un contenedor sucio o se la deja al descubierto en el hogar, puede que ya no sea segura. 

En el 2004, la Organización Mundial de la Salud diseñó planes de seguridad del agua para ayudar a las comunidades a evitar la contaminación en cualquier punto de la ruta de abastecimiento de agua.

Los planes de seguridad del agua identifican lo siguiente:

• los riesgos para el agua potable segura y
• las medidas preventivas que deben implementarse para evitar la contaminación.

Los planes de seguridad del agua se pueden utilizar para cualquier tipo de suministro de agua: rural o urbano, nuevo o existente. 

El plan debe integrarse en las operaciones, la gestión y el mantenimiento diarios del suministro de agua y debe comprobarse con regularidad y revisarse para garantizar que se mantenga efectivo y actualizado. Las pruebas de la calidad del agua regulares pueden ayudar a comprobar si el plan funciona.

Antes de desarrollar un plan de seguridad del agua, los miembros de la comunidad deben acordar metas, por ejemplo: «los niños y las niñas menores de cinco años no sufrirán diarrea más de tres días por mes». Luego, pueden aplicar cada uno de los pasos de las siguientes páginas con estas metas en mente.

Creación de un plan

Para desarrollar un plan de seguridad del agua, se necesitan seis pasos. Estos pasos están diseñados para ser repetidos, de modo que todo el proceso puede verse como un ciclo.

Es importante que en su adopción se involucre la mayor cantidad de personas de la comunidad: hombres, mujeres, personas jóvenes, y niños y niñas. 

Puede que para las personas adultas mayores y las personas con discapacidad el acceso al agua sea diferente, por lo que hay que garantizar que se las incluya en las conversaciones.

1. Describir el suministro de agua

   Valiéndose de actividades participativas como los recorridos transversales o los mapeos, investiguen y describan la ruta de suministro de agua, desde la fuente hasta el punto de uso. Al describirla, se familiarizarán aún más con el sistema y las distintas cuestiones que podrían afectar la calidad y cantidad de agua.

   Pueden tomar fotografías, grabar videos, hacer dibujos o escribir palabras para describir las distintas partes del sistema de agua.

2. Identificar los riesgos

   Identifiquen cuáles son las cosas que podrían salir mal en cada etapa de la ruta del suministro de agua. Piensen en los riesgos de contaminación de agua o posible contaminación de agua. Por ejemplo, los riesgos asociados con la defecación al aire libre cerca de alguna fuente desprotegida.

   Trabajen en conjunto para responder las siguientes preguntas:

   • ¿Qué podría ocurrir con el sistema de suministro de agua que aumente el riesgo de contaminación?
   • ¿Cómo podría suceder esto y por qué?
   • ¿En qué momentos del día y en qué lugares podría ocurrir el problema?
   • ¿Cuáles serían las consecuencias de que el problema ocurra?
   • ¿Qué medidas se están tomando en la actualidad para evitar que ocurra el problema?

3. Identificar las medidas de control

   Piensen en lo que debe hacerse para reducir el riesgo de contaminación en cualquier punto del sistema de abastecimiento de agua. Por ejemplo, puede que sea necesario construir una cerca alrededor del grifo para que el agua se recoja en contenedores limpios y que el ganado no tenga acceso.

   Una vez creada una lista de medidas de control, discutan cuáles podrían ser las mejores soluciones y cuáles serían las más sencillas. Prioricen las que tendrán el mayor impacto. Decidan quién hará el trabajo y cuándo.

4. Implementar las medidas de control

   Adopten nuevas medidas de control, y monitoreen y mantengan las prácticas de protección del agua existentes.

   Si cuentan con recursos limitados y no pueden implementar todas las medidas de control al mismo tiempo, elaboren un plan paso a paso para determinar cómo realizarán los cambios cuando dispongan de los recursos.

5. Monitorear y mantener

   Establezcan sistemas para monitorear y mantener un suministro de agua seguro y realizar comprobaciones regulares de la calidad del agua.

   Establezcan procedimientos para saber qué hacer si ocurre un incidente de contaminación o una emergencia, por ejemplo, una inundación. Consideren lo siguiente: a quiénes hay que notificar, quiénes podrían necesitar ayuda para responder (por ejemplo, las personas adultas mayores y las personas con discapacidad); cómo se difundirán los mensajes de forma rápida (por ejemplo, radiodifusión y mensajes de texto); qué alternativas de suministro de agua limpia y apta para beber se pueden poner en práctica.

6. Revisar y adaptar

   Documenten su plan de seguridad del agua para que todas las personas puedan seguir los procedimientos correctos.

   Para garantizar la efectividad y actualidad del plan de seguridad del agua, revisen periódicamente lo que da resultado y lo que debe modificarse.